El psicodrama es una forma de psicoterapia, ideada por Jacob Levy Moreno y concebida inicialmente como terapia grupal o psicoterapia profunda de grupo. A lo largo del siglo xx se han desarrollado planteamientos que han llevado el psicodrama a la psicoterapia individual: la psicoterapia psicodramática bipersonal.
A Jacob Levy Moreno, psiquiatra vienés contemporáneo de Freud, le molestaba el pesado énfasis verbal del psicoanálisis y la cantidad de tiempo que éste requería. Moreno buscó un método que le permitiera trabajar a nivel verbal y no verbal tanto con la fantasía, como con la realidad, y que facilitase una total liberación emocional, a la que llamó catarsis. Cada situación tiene una catarsis específica; no puede almacenarse para utilizarla más adelante, de manera que una liberación emocional en una situación dada (por ejemplo, un conflicto con nuestros padres) no puede aplicarse a otra (por ejemplo, el dolor por haber perdido una relación importante).
Moreno afirmaba que el hombre tiene problemas en la vida debido a que debe crear y vivir una serie de roles (por ejemplo, madre, esposa, amante, profesora, anfitriona) que pueden estar en conflicto entre sí. Todos tenemos nuestros roles «públicos», pero en nuestro interior también puede haber otros roles que piden ser expresados y liberados. Esta presión interior provoca ansiedad. Dentro de la seguridad de un grupo de psicodrama, podemos explorar estas partes ocultas de nuestro ser y, posiblemente, integrarlas en nuestra vida, a fin de poder progresar hacia la integración y el equilibrio.
Existen cinco componentes claves en una acción psicodramática (a representación):
1) El lugar donde tiene lugar la acción es la escena psicodramática; debe encontrarse libre de las restricciones de la vida real y proporcionar un lugar seguro para la autoexploración. La acción tiene lugar en el presente (aquí y ahora), como si sucediese por primera vez. En la escena psicodramática se hace un intento por recrear el clima físico y emocional del escenario, ya sea éste la casa, un hospital, la oficina, o incluso un lugar fantástico como «el cielo», «el vacío», etcétera.
2) El protagonista es la persona que «trabaja» en su problema. Representa escenas o incidentes de su elección, presentándolos desde su perspectiva individual.
3) El psicodrama del protagonista es facilitado por un director que es, al mismo tiempo, terapeuta. Además de tener una buena formación, el terapeuta debe ser sensible e inspirar confianza. El director tiene toda la responsabilidad de la sesión de psicodrama.
4) Los auxiliares son las demás personas necesarias para crear la escena psicodramática; en otras palabras, el resto del reparto. Los auxiliares representan los otros papeles; por ejemplo, si se representa una escena familiar, se necesita una madre, un padre, hermanos y hermanas, e incluso el perro de la familia. Los auxiliares también pueden representar a objetos inanimados o figuras simbólicas (el príncipe azul), o representar un papel general como «estudiantes», «la policía», etcétera.
5) Finalmente, quedan las personas que no están implicadas directamente en la acción psicodramática y a las que se denomina colectivamente audiencia. Ésta puede proporcionar importante información acerca del resultado de la representación o puede señalar su identificación personal con lo realizado por el protagonista.
El psicodramaturgo tiene a su disposición numerosas técnicas para facilitar el proceso psicodramático. Una de ellas es el soliloquio, donde el protagonista debe decir en voz alta lo que siente; esta técnica se emplea muy a menudo en situaciones emocionales sumamente tensas. Otra de las técnicas es la imitación y consiste en que otras personas imiten o incluso exageren el comportamiento del protagonista, con el fin de que éste conozca lo que los otros piensan de él y reaccione consecuentemente. Así, si nos comportamos de modo caprichoso o servil, esto será evidenciado empleando esta técnica.
Una de las técnicas psicodramáticas mejor conocidas es el doblaje. La función principal del «doble» (también denominado alterego) consiste en ayudar al protagonista a clarificar y expresar sus sentimientos. El doble tiene que hallarse muy cerca del protagonista y convertirse en una extensión de éste.
Otra técnica empleada frecuentemente es la de los papeles invertidos, en la que el protagonista se convierte en el antagonista y el antagonista en protagonista; en otras palabras, se intercambian los papeles. Así por ejemplo, el marido (protagonista) se convierte en esposa (representada por un auxiliar), y el auxiliar se convierte en el marido. El marido (ahora representando a su mujer) adopta las actitudes, las posturas, la voz y experimenta las emociones de su esposa, y el auxiliar actúa como lo haría el marido. A menudo, esta técnica se utiliza para que el protagonista se sienta más identificado con la situación conflictiva y la comprenda mejor, «a través de los ojos de la otra persona».
Entre otras muchas técnicas, podemos destacar las siguientes: trabajar con la fantasía, representar y «vivir» nuestros sueños, o prepararse para acontecimientos que implican emociones fuertes, como una entrevista muy importante, una confrontación futura, una muerte inminente, etcétera.
Frecuentemente, la utilización de estas técnicas ayuda a conseguir una liberación emocional o una reducción de la ansiedad, lo que hace que el paciente vea con mayor claridad la situación y pueda encontrar posibles soluciones. Al participar en una sesión de psicodrama se puede producir un aumento de la autoconciencia y del sentido de estar vivo. Al tener una mayor claridad mental, el paciente será más consciente de las alternativas existentes; además, al liberarse de las cargas emocionales pasadas, podrá descubrir más fácilmente la alegría, creatividad y espontaneidad de su vida.
El psicodrama es particularmente efectivo para facilitar los cambios arriba mencionados, debido a que puede representar una situación, en lugar de limitarse a hablar de ella. Podemos ensayar posibles soluciones a nuestros conflictos dentro de la seguridad de la escena psicodramática, y los participantes pueden elaborar nuevas y mejores respuestas que nos ayuden a alcanzar un estilo de vida más satisfactorio.
El psicodrama es una poderosa técnica que ayuda a las personas a recuperar su equilibrio interior y a alcanzar armonía y auto satisfacción. Pero debido a su fuerza, es una técnica que sólo deben utilizar las personas instruidas en psicodrama.
Fuente: www.todamedicinaalternativa.com