La baja participación de los usuarios limita la eficacia de las intervenciones digitales de salud mental

La baja participación de los usuarios limita la eficacia de las intervenciones digitales de salud mental

Una nueva revisión publicada en JMIR Mental Health ofrece una nueva perspectiva de los tratamientos digitales de salud mental para personas que esperan ver a un terapeuta en persona. El nuevo artículo sugiere que, si bien estos tratamientos digitales pueden ayudar a reducir los sentimientos de depresión y ansiedad, no parecen ser más efectivos que simplemente esperar o usar un libro de autoayuda. La revisión también destaca los desafíos con la participación de los usuarios, incluidas las altas tasas de abandono, que pueden limitar los beneficios generales de estos programas digitales.

La revisión se realizó en respuesta a un problema creciente en la atención de la salud mental: los largos tiempos de espera para recibir terapia. En muchos países, los pacientes a menudo enfrentan demoras de meses antes de poder comenzar el tratamiento con un psicoterapeuta. Este período de espera puede ser un momento crítico para las personas que luchan contra la depresión y la ansiedad, ya que los síntomas pueden empeorar sin intervención. Se han propuesto intervenciones de salud mental digitales, que van desde sitios web de autoayuda hasta aplicaciones de terapia móvil, como una forma de brindar apoyo a quienes esperan un tratamiento presencial. Sin embargo, su eficacia para este propósito específico no se había revisado sistemáticamente hasta ahora.

“La creciente prevalencia de la depresión y la ansiedad, junto con las largas listas de espera para recibir psicoterapia, motivaron nuestra investigación. Las intervenciones digitales de salud mental ofrecen una forma escalable y accesible de brindar apoyo durante estos períodos de espera”.

“Como investigadora supervisora, vi una oportunidad de explorar cómo las intervenciones digitales de salud mental podrían complementar la terapia tradicional presencial al ofrecer intervenciones antes de que comience la terapia, mientras las personas están en listas de espera para recibir psicoterapia. Además, el equipo de investigación y yo identificamos que ninguna revisión bibliográfica anterior había investigado específicamente el impacto de las intervenciones digitales de salud mental para las personas en listas de espera para recibir psicoterapia. Al centrarnos en esta área, nos propusimos llenar un vacío crítico y hacer una contribución significativa al campo”.

Para evaluar si las intervenciones digitales de salud mental ofrecen beneficios significativos a los pacientes en listas de espera, los investigadores llevaron a cabo una revisión sistemática de los estudios existentes. Buscaron en cuatro bases de datos científicas importantes (PubMed, PsycINFO, Cochrane y Web of Science) para identificar estudios relevantes publicados antes de junio de 2024. Los estudios incluidos en la revisión debían involucrar intervenciones digitales para personas que esperaban psicoterapia, con medidas claras de resultados psicológicos relacionados con la depresión y la ansiedad. Después de examinar miles de artículos, los investigadores seleccionaron ocho estudios que cumplían con sus criterios.

“Fue sorprendente que hubiera un conjunto tan limitado de estudios de alta calidad en un área o investigación tan importante. De más de 9000 registros examinados, encontramos solo una pequeña cantidad de ensayos controlados aleatorizados que cumplían con nuestros criterios”.

De estos ocho estudios, cinco fueron ensayos controlados aleatorizados, que se consideran el estándar de oro para evaluar la eficacia del tratamiento. Los tres restantes fueron estudios de viabilidad o no aleatorizados. Las intervenciones estudiadas variaron en formato, incluidos programas de terapia cognitivo-conductual basados ​​en Internet, terapia de resolución de problemas e intervenciones de autoayuda guiadas. Algunos eran programas de autoayuda totalmente automatizados, mientras que otros implicaban una orientación limitada por parte de un terapeuta o entrenador. Los investigadores examinaron cómo estas intervenciones afectaban a los síntomas de depresión y ansiedad, así como a factores como la participación del usuario y la credibilidad percibida.

La revisión concluyó que, en general, las intervenciones digitales condujeron a reducciones moderadas de los síntomas de depresión y ansiedad. Sin embargo, la mayoría de los ensayos controlados aleatorizados no encontraron diferencias significativas entre los grupos de intervención y los grupos de control. En muchos casos, los grupos de control recibieron un libro de autoayuda o simplemente permanecieron en la lista de espera sin ninguna intervención, pero mostraron mejoras de los síntomas similares a las de aquellos que utilizaron programas digitales.

Sólo uno de los ensayos controlados aleatorizados informó una diferencia significativa en la reducción de los síntomas entre el grupo de intervención y el grupo de control. Los ensayos restantes encontraron diferencias pequeñas o insignificantes, lo que sugiere que las intervenciones digitales no fueron sistemáticamente más efectivas que esperar o usar un libro de autoayuda.

Uno de los mayores desafíos identificados en la revisión fue la participación de los usuarios. Muchos participantes abandonaron las intervenciones digitales antes de completar el programa completo. Investigaciones anteriores han demostrado que las intervenciones guiadas, en las que los usuarios reciben algún nivel de apoyo humano, tienden a tener niveles de participación más altos que los programas totalmente autoguiados. En esta revisión, las intervenciones guiadas generalmente tuvieron tasas de abandono más bajas que las no guiadas. Además, factores como la edad, el nivel educativo y la credibilidad percibida de la intervención parecieron influir en la participación. Algunos participantes informaron que no esperaban que las intervenciones digitales fueran tan efectivas como la terapia presencial, lo que puede haber contribuido a una baja adherencia.

“La principal conclusión es que, si bien las intervenciones digitales de salud mental muestran cierto potencial durante las listas de espera, sus beneficios son, en el mejor de los casos, modestos. Como señaló la autora principal Sijia Huang, estudiante de doctorado en Psicología Clínica en la Universidad de Rowan, “Desafortunadamente, nuestros hallazgos muestran que la mayoría de las herramientas digitales de salud mental no superaron a los grupos de control en los que los pacientes simplemente esperaron sin intervención o utilizaron libros de autoayuda”. Por lo tanto, aunque las intervenciones digitales de salud mental tienen potencial como tratamiento previo para las personas en listas de espera de psicoterapia, mejorar la participación y la adherencia es crucial para aumentar su eficacia”.

La revisión también señaló que los estudios incluidos fueron muy variables en términos de diseño, tipo de intervención y medidas de resultados. Esta variabilidad dificultó la obtención de conclusiones sólidas sobre qué características de las intervenciones digitales son más efectivas para los pacientes en listas de espera. Si bien algunos estudios mostraron resultados prometedores, la evidencia general sigue sin ser concluyente. Los investigadores enfatizaron la necesidad de más ensayos controlados aleatorios de alta calidad con tamaños de muestra más grandes para comprender mejor cómo se pueden optimizar las intervenciones digitales para esta población.

A pesar de estas limitaciones, las intervenciones digitales de salud mental siguen siendo una opción accesible y escalable para el apoyo a la salud mental. Los investigadores sugirieron que los estudios futuros deberían centrarse en hacer que estas intervenciones sean más atractivas y personalizadas. Características como la retroalimentación personalizada, los componentes interactivos y el apoyo del terapeuta pueden ayudar a mejorar la adherencia y la eficacia. También destacaron la necesidad de investigar las intervenciones digitales en poblaciones más diversas, incluidas las personas de comunidades de bajos ingresos y de habla no inglesa, donde el acceso a la atención de salud mental suele ser aún más limitado.

“Esta investigación fue un esfuerzo colaborativo entre investigadores de Psicología y Salud Pública de la Universidad de Nueva York en Shanghái, la Universidad de Reading y la Universidad de Rowan. Nuestros objetivos con este artículo fueron crear conciencia sobre la importancia de evaluar las intervenciones durante las listas de espera para psicoterapia y destacar la necesidad de más investigación empírica en esta área. Dada la probabilidad de que aumenten los tiempos de espera en las listas de espera en el futuro, esperamos involucrar a otros investigadores en el desarrollo e investigación de intervenciones más atractivas, personalizadas y efectivas que sean accesibles para diversas poblaciones. Esperamos que esto ayude a abordar la crisis mundial de salud mental al brindar apoyo efectivo a quienes lo necesitan”.

“Si bien las intervenciones digitales de salud mental son útiles en general, nuestra revisión muestra que su efectividad durante las listas de espera de psicoterapia es limitada. Un desafío clave es la variación en los diseños de los estudios, lo que dificulta la comparación de resultados e identificación de las características de intervención más efectivas. A medida que estos métodos evolucionen, será muy probable que sea esencial un enfoque más fuerte en la experiencia del usuario, la participación a largo plazo y la efectividad clínica. Se necesitan más investigaciones para investigar la efectividad de las intervenciones digitales de salud mental para las personas en listas de espera de psicoterapia”.

Fuente: JMIR Mental Health

Articulo original:

Titulo: Digital Mental Health Interventions for Alleviating Depression and Anxiety During Psychotherapy Waiting Lists: Systematic Review.

Autores: Sijia Huang, Yiyue Wang, Gen Li, Brian J. Hall y Thomas J. Nyman

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