De los 51 países europeos analizados, España ocupa el puesto 31 en número de servicios en cuidados paliativos por habitante, situándose claramente por debajo de la media europea. Este es uno de los resultados del informe titulado Atlas de Cuidados Paliativos en Europa 2019, en el que se observa un serio retroceso de nuestro país en la prestación de este tipo de servicios a lo largo de los últimos 8 años. El Atlas de Cuidados Paliativos en Europa realiza periódicamente un análisis de la evolución de los cuidados paliativos en el continente europeo, siendo analizados en esta edición un total de 51 países, gracias a los datos aportados por 321 expertos internacionales.
En concreto, los datos del informe sobre la situación de España, recogen un total de 260 servicios especializados en cuidados paliativos dentro del sistema nacional de salud. En contraste, los países que ocupan los primeros puestos duplican o triplican esta cifra, tales como Alemana con 914 servicios, Reino Unido con 860 servicios y Francia con 653.
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En cuanto a la tasa, esta cifra supone que en España se disponen de 0,6 servicios especializados en cuidados paliativos por cada 100.000 habitantes, a pesar de que la recomendación realizada por la Sociedad Europea de Cuidados Paliativos es de un mínimo de dos servicios por cada 100.000 personas. El distanciamiento de España respecto a este estándar de calidad revela que la tasa española es similar a la de otros países con un PIB inferior al de nuestro país, como Rumanía, Letonia o República Checa y se encuentra por debajo de países como Portugal, Croacia o Eslovenia.
Asimismo, el estudio recoge por primera vez información sobre servicios de prestación de cuidados paliativos específicamente destinados a la población infantil. A este respecto, España dispone de 10 servicios de cuidados paliativos pediátricos: 8 de atención domiciliaria y 2 hospitalaria. Así, aunque España se encuentra dentro de los 38 países que cuentan con este tipo de servicios, la cifra no es suficiente para dar respuesta a la demanda asistencial. De hecho, tal y como advierten los autores del informe, actualmente de los 1.300 menores que fallecen al año y que requieren este tipo de cuidados especializados, el 85% no tienen posibilidad de acceso a los mismos.
La formación especializada en cuidados paliativos en nuestro país también continúa siendo una asignatura que no es suficientemente reconocida en las universidades españolas. En la actualidad, sólo la mitad de las facultades españolas de Medicina y alrededor del 60% de las facultades de Enfermería incluye esta materia como obligatoria. Asimismo, según se establece en el informe, tampoco disponemos de una especialidad en Medicina paliativa, a pesar de que otros países de Europa, como Portugal, Francia o Italia sí reconocen esta especialidad.
El informe, coordinado por un equipo de la Universidad de Navarra, cuyo investigador principal es el Dr. Carlos Centeno, subraya la gravedad de la situación. Las cifras son tajantes al respecto: en España al año fallecen 228.000 personas que requieren este tipo de atención, por lo que actualmente se estima que 80.000 personas no han podido acceder a este tipo de cuidados y, lo que es aún peor, en los próximos años se prevé que el 50% de la población española va a necesitar esta atención al final de su vida.
De esta manera, tenemos un largo camino por recorrer para alcanzar los estándares recomendados y poder dar respuesta a esta creciente demanda. Los autores del informe demandan el retroceso que se está experimentando en nuestro país derivado del cierre de servicios de cuidados paliativos que se ha producido en algunas comunidades autónomas, la falta de actualización de la Estrategia Nacional de Cuidados Paliativos o la disparidad de acceso a este tipo de servicios en función de la comunidad autónoma de residencia. Asimismo, insisten en la necesidad urgente de aprobación de una ley o decreto sobre cuidados paliativos en España, que regule este tipo de servicios y que establezca unas líneas estratégicas de actuación, para poder avanzar en este tipo de asistencia, esencial para mejorar la calidad de las personas al final de la vida y paliar su sufrimiento.
El informe puede descargarse en el siguiente enlace: