Redacción
Lunes, 23 de Diciembre de 2019
Psiquiatría
Rebecca Jo Manzella, de 31 años, fue diagnosticada con depresión bipolar en su primer año de escuela secundaria. Tratada con litio, se sintió mucho mejor y pudo retornar a sus estudios y continuar manteniendo relaciones sanas con familiares y amigos.
Pero en 2017, cuando junto con su marido decidieron ser padres, su psiquiatra insistió en que dejara la medicación debido a un riesgo de posibles defectos de nacimiento. Manzella estuvo de acuerdo, pero sin la influencia estabilizadora del litio, sus pensamientos suicidas volvieron a aparecer.
Por fortuna, Manzella entró en contacto con Lopa Rana, psiquiatra especializada, quien a diferencia de otros colegas, no tenía ningún problema en tratar a mujeres embarazadas o que querían ser madres.
La doctora Rana hizo un estudio completo del historial médico de la paciente, y analizó los posibles problemas de medicamentos específicos en relación a hipotéticos defectos de nacimiento.
Juntas, Manzella y la doctora Rana determinaron que la mejor forma de proceder para la primera sería continuar con una dosis baja de litio durante su primer trimestre de embarazo, que es cuando se lleva a cabo el desarrollo cardiaco en su bebé. Después, cuando los ultrasonidos y ecocardiogramas fetales salieron bien, se pudo incrementar la dosis de litio para atender mejor a las necesidades mentales de Manzella.
Rebecca y su hija. (Foto: Beaumont)
Es decir, se valoró el riesgo para el bebé en comparación con las consecuencias de una depresión no tratada en la madre. Buscando el equilibrio adecuado, y un seguimiento cercano durante todo el primer trimestre, todo saldría bien.
Al principio, a Manzella se le extrajo sangre para su análisis una vez al mes, y después cada dos semanas a medida que se aproximaba el momento de dar a luz.
En octubre de 2018, nacía su niña, totalmente sana. La madre, por su parte, pudo experimentar la alegría y la liberación que pueden esperarse en este caso.
El posparto, en cambio, no fue fácil. Costó un poco hallar el reequilibrio en la medicación. Trataron de llevar el litio hasta el nivel apropiado en combinación con el antidepresivo. Por fin, con la colaboración de paciente y doctora, se encontró el punto intermedio ideal.