Una nueva investigación respalda lo que gran parte del electorado ya puede sospechar: muchas personas narcisistas se sienten atraídas por la política y eso podría poner en peligro la democracia.
Como lo definieron los investigadores, el narcisismo es una combinación de egoísmo, derecho y necesidad de admiración.
«El funcionamiento democrático exitoso requiere confianza en las instituciones, eficacia y participación en el proceso democrático», dijo Peter Hatemi, profesor de ciencias políticas en Penn State University.
Sin embargo, «si los más narcisistas son los más comprometidos y el proceso político en sí mismo está impulsando el narcisismo en el público, en mi opinión, el futuro de nuestra democracia podría estar en peligro», agregó Hatemi.
Para el estudio, los investigadores encuestaron a miles de personas en los Estados Unidos y Dinamarca. Los investigadores encontraron que el narcisismo estaba asociado con una mayor participación en la política temprana, como contactar a los tomadores de decisiones y dar a conocer sus opiniones. Las personas con mayor narcisismo también tenían más probabilidades de votar en las elecciones de mitad de período.
Además, las personas con niveles más altos de narcisismo hablan más, por lo que es más probable que los políticos los escuchen, según los investigadores.
El estudio también encontró una asociación entre los rasgos de superioridad y autoridad/liderazgo y una mayor participación en la política, mientras que la autosuficiencia se asoció con una menor participación.
Los hallazgos podrían proporcionar información sobre cómo y por qué ciertos candidatos políticos tienen éxito, anotaron los autores del estudio.
«Es difícil no pensar que aquellos con alto nivel de narcisismo que participan en el proceso político parecen tener algún papel en el estado actual de nuestra democracia», dijo Hatemi, refiriéndose a Estados Unidos.
«Si las personas que están más interesadas en su propio beneficio personal y su estatus tienen una mayor participación en las elecciones, entonces podemos esperar que surjan candidatos que reflejen sus deseos: el narcisismo engendra narcisismo», agregó Hatemi.
El panorama general es que las personas que creen en sí mismas y creen que son mejores que los demás se involucran más en el proceso político, comento Hatemi.
«Al mismo tiempo, aquellos individuos que son más autosuficientes también tienen menos probabilidades de participar en el proceso político. Esto significa que las políticas y los resultados electorales podrían ser cada vez más guiados por aquellos que quieren más pero dan menos», explicó.
El aumento del compromiso político entre una gama más amplia de personas podría ayudar a contrarrestar esto, pero no está claro cómo lograrlo, dijo Hatemi.
El estudio se publicó recientemente en línea en Personality and Social Psychology Bulletin.
Fuente: HealthDay