Permanecer despierto por las noches no es saludable.
Una nueva investigación sugiere que las personas que están despiertas durante el día, también conocidas como alondras, pueden vivir más que las personas que se quedan despiertas por la noche. Anteriormente, los expertos descubrieron que este último grupo (conocido como los noctámbulos) conlleva tasas más altas de disfunción metabólica y enfermedades cardiovasculares. Este es el primer estudio que muestra un mayor riesgo de mortalidad en los noctámbulos.
Un total de 433,268 personas entre las edades de 38 a 73 años fueron analizadas por investigadores de la Universidad Northwestern y la Universidad de Surrey en el Reino Unido. Recuperó más de seis años de datos del Biobanco del Reino Unido para el propósito del estudio. Se les pidió a los participantes que se clasificaran a sí mismos como «tipo de diurno definido», «tipo diurno moderado», «tipo noctambulo moderado» o «tipo noctambulo definido».
«Los noctámbulos que intentan vivir en un mundo diurno pueden tener consecuencias en la salud de sus cuerpos. Es posible que las personas que se despiertan tarde tengan un reloj biológico interno que no coincida con su entorno externo», explicó la coautora del estudio Kristen Knutson, profesora asociada de neurología en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern.
Además de los factores genéticos, Kristen Knutson atribuyó esto a posibles razones tales como hábitos alimenticios inadecuados, falta de ejercicio, estrés psicológico y consumo de alcohol o drogas.
El estudio encontró que los tipos nocturnos tenían un 10 por ciento más de probabilidades de morir dentro del período del estudio en comparación con los participantes que los diurnos. También se encontró que aquellos que se quedaron hasta tarde despiertos experimentaron tasas más altas de diabetes, trastornos psicológicos y trastornos neurológicos. Los investigadores sugirieren que los lugares de trabajo podrían ser más flexibles y permitir cambios en los horarios de los empleados.
«Deberíamos discutir si se podría permitir que los de tipo nocturno comiencen y terminen su trabajo después, cuando sea necesario. Necesitamos más investigación sobre cómo podemos ayudar a los de tipo nocturno para sincronizar su reloj corporal con el tiempo solar», dijo Malcolm von Schantz , profesor de cronobiología en la Universidad de Surrey. Agregó que también puede valer la pena reconsiderar el horario de verano ya que se ha relacionado con una mayor incidencia de ataques cardíacos.
En estudios futuros, los investigadores esperan examinar los efectos sobre la presión arterial y la salud general después de que los noctámbulos cambian sus relojes internos a un horario más temprano.
Para los noctámbulos que están tratando de dormir en la noche, se recomienda reducir el estar al tanto de sus redes sociales y el menor uso de teléfonos inteligentes en la cama ya que esto puede ayudar a evitar la interrupción del sueño, además se sugiere comer en el momento adecuado y mantenerse hidratado. El Dr. Knutson recomendó finalmente que las personas que tienen problemas para adaptarse como los diurnos, puedan comenzar a exponerse a más luz en la mañana, lo que incluye abrir ventanas y exponerse al sol.
Los hallazgos de este estudio se publicarán en la revista Chronobiology International este 12 de abril.
Fuente: www.medicaldaily.com