¿Qué es más importante, tu propia felicidad o la de tu familia?

¿Qué es más importante, tu propia felicidad o la de tu familia?

Las decisiones más importantes que tomamos en la vida están calculadas para asegurar un cierto grado de felicidad. Nos casamos con alguien o elegimos una línea de trabajo porque creemos que nos hará felices.

Incluso las elecciones que hacemos todos los días están destinadas a traer un poco de felicidad a la vida. Sentado en un café, tomando café. Almorzando con un buen amigo. Ver un episodio de «Ted Lasso» después de la cena.

El deseo de ser feliz es tan fuerte y omnipresente que los científicos del comportamiento lo han denominado «la variable dependiente definitiva». En un sentido psicológico, nada es más importante.

¿Pero es eso realmente cierto? ¿El deseo de felicidad personal reemplaza todo lo demás? ¿O podría ser más importante otra forma de felicidad, la felicidad de la familia?

Estudios transnacionales de felicidad personal y familiar

Hace dos años, un equipo internacional de investigadores informó de un descubrimiento sorprendente. Cientos de estudiantes universitarios en cuatro países (Canadá, Colombia, Japón y Polonia) dijeron que valoraban la felicidad de su familia por encima de su propia felicidad (Krys et al., 2021). El hallazgo fue sorprendente porque el mismo patrón apareció en los cuatro países, incluso en Canadá, una sociedad decididamente individualista que presumiblemente coloca las preocupaciones personales por encima de las preocupaciones familiares.

Los investigadores, dirigidos por el psicólogo cultural Kuba Krys de la Academia de Ciencias de Polonia, sospecharon que habían descubierto un universal psicológico: las personas en todas partes valoran más la felicidad familiar que la felicidad personal.

Para probar la generalidad de sus hallazgos, Krys y sus colegas realizaron un segundo estudio. Encuestó a más de 12.000 personas en 49 países de seis continentes. La mayoría de los participantes (83 por ciento) eran estudiantes universitarios; su edad promedio era de 25 años.

Los participantes respondieron una serie de preguntas diseñadas para evaluar sus puntos de vista sobre:

  1. la importancia de la felicidad personal
  2. la importancia de la felicidad familiar

Sus respuestas proporcionaron una fuerte evidencia de la universalidad del fenómeno, “la felicidad familiar se valora más que la felicidad personal” (Krys et al., 2023).

En 48 de los 49 países estudiados, tanto hombres como mujeres dijeron que la felicidad y el bienestar de su familia eran más importantes que su propia felicidad y bienestar. La diferencia no fue grande, pero fue estadísticamente significativa. Además, la primacía de la felicidad familiar se encontró no solo en sociedades colectivistas como Nigeria y Taiwán, sino también en sociedades altamente individualistas como Australia y Estados Unidos.

El papel de la movilidad relacional

Después de examinar minuciosamente sus datos, el equipo de Krys encontró una variable, la movilidad relacional, que podía predecir el grado en que los encuestados valoraban la felicidad familiar por encima de la felicidad personal.

La movilidad relacional (MR) se refiere a la facilidad con la que los miembros de una sociedad pueden formar o romper relaciones interpersonales. En las sociedades de bajo MR, en el este de Asia, África y el Medio Oriente, por ejemplo, las personas tienen relativamente pocas amistades, pero estas relaciones son duraderas y no se abandonan fácilmente. En sociedades de MR alto, en América del Norte, Europa Occidental y América Latina, por ejemplo, las relaciones pueden desarrollarse y disolverse rápidamente. Las personas encuentran más fácilmente nuevos amigos, dejan atrás viejos amigos y establecen nuevas familias (Thomson et al., 2018).

El equipo de Krys encontró una relación inversa moderadamente fuerte ( r = -0,44) entre la movilidad relacional y la importancia de la felicidad familiar. En su estudio, los miembros de sociedades con bajo MR valoraban a la familia por encima de la felicidad personal en mayor medida que los miembros de sociedades con alto MR. Esto tiene sentido. Nos preocupamos más por la familia cuando sabemos que son nuestra familia para toda la vida, que no se abandonan ni se reemplazan fácilmente.

A pesar de las limitaciones habituales (muestras no representativas y la posibilidad de respuestas socialmente deseables, ambas reconocidas por Krys y sus colegas), los hallazgos de este gran estudio internacional pueden llevar a los científicos del comportamiento a reconsiderar su afirmación anterior de que la felicidad personal es la variable dependiente final. Parece que la felicidad familiar importa aún más.

Fuente: Psychology Today

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