Las personas que pasan 1,5 horas al día expuestas a la luz exterior tienen un riesgo más bajo de depresión

Las personas que pasan 1,5 horas al día expuestas a la luz exterior tienen un riesgo más bajo de depresión

Un nuevo estudio descubrió que las personas que pasaban un promedio de 1,5 horas al día expuestas a la luz exterior tenían el menor riesgo de depresión, independientemente de su predisposición genética a la depresión. Las personas que pasaban más o menos tiempo al aire libre tenían mayores riesgos de depresión. El estudio fue publicado en Translational Psychiatry.

La depresión es una condición de salud mental común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Implica una combinación de síntomas emocionales, cognitivos y físicos, como sentimientos de tristeza, fatiga, dificultad para concentrarse, cambios en el apetito o en los patrones de sueño y falta de motivación. El número de pacientes con depresión ha ido en aumento en los últimos años en todo el mundo.

Se cree que la depresión es causada por una combinación de factores genéticos y ambientales. Los hijos de padres con antecedentes de depresión tienen de tres a cuatro veces más probabilidades de desarrollar depresión en comparación con los hijos de padres no deprimidos. Los estudios han identificado ciertos genes, como B3GALTL, FADS1, TCTEX1D1, XPNPEP3, ZMAT2, ZNF501 y ZNF502, que están asociados con un mayor riesgo de depresión.

El riesgo de depresión también se ha asociado con factores como la disponibilidad de luz exterior. Se sabe que la luz exterior afecta procesos fisiológicos importantes en el cuerpo. Cuando la piel se expone a la luz solar, desencadena una reacción química que convierte una molécula específica de la piel en vitamina D activa que el cuerpo humano necesita. También se ha descubierto que la exposición a la luz exterior reduce las concentraciones de la hormona del estrés cortisol.

La autora del estudio, Jing Lin, y sus colegas querían examinar la asociación entre el tiempo que se pasa en la luz exterior y el riesgo de depresión. Estaban interesados ​​en determinar el tiempo que pasaban al aire libre que sería óptimo para compensar la predisposición genética individual a la depresión. Analizaron datos del proyecto Biobanco del Reino Unido.

El UK Biobank es una gran base de datos biomédica que contiene información genética y de salud detallada de medio millón de participantes del Reino Unido. Se inició entre 2006 y 2010 con participantes de Inglaterra, Escocia así como de Gales y desde entonces se ha ampliado con datos adicionales. Para este estudio, los investigadores analizaron datos de 380 976 participantes británicos blancos que tenían entre 38 y 73 años al comienzo del estudio.

Los participantes informaron la duración que pasaron al aire libre en un día típico en verano y en invierno en un cuestionario. El riesgo genético de depresión se evaluó a través de una puntuación de riesgo poligénico que tuvo en cuenta los genes que se identificaron como relacionados con el riesgo de depresión en estudios previos. La evaluación de la depresión se basó en los registros médicos de los participantes. Aparte de estos, los investigadores también analizaron datos sobre los hábitos de fumar y beber de los pacientes, la actividad física, la duración del sueño, el índice de masa corporal, varias otras enfermedades, la toma de suplementos de vitamina D, el uso de protector solar y una serie de otros factores.

Los resultados mostraron que el 3,58% de los participantes fueron diagnosticados con depresión durante los 12,5 años analizados en el estudio. Los participantes que desarrollaron depresión tendían a ser mayores, más a menudo mujeres y más fumadores en comparación con el resto de la muestra del estudio. Además, nunca o rara vez usaban protección solar, tenían más probabilidades de tener un bajo nivel educativo, un índice de masa corporal alto, dormir menos, estar expuestos a niveles más altos de contaminación del aire y tener un mayor riesgo genético de depresión.

Las personas con depresión tendían a pasar más tiempo en promedio en la luz exterior en comparación con las personas sin depresión. Sin embargo, un análisis posterior reveló que la relación entre la exposición a la luz exterior y la depresión no era sencilla. El menor riesgo de depresión se encontró en personas que pasaban 1,5 horas al día al aire libre en promedio, lo que equivalía a 1 hora al día en invierno y 2 horas al día en verano.

Los participantes que gastaban más o menos que eso tenían un mayor riesgo de depresión. Los que pasaban menos tiempo tenían un riesgo un 9 % más alto, mientras que los que pasaban más de 1,5 horas al día tenían un riesgo de depresión un 13 % más alto. La diferencia en el riesgo aumentó a 34%-35% cuando se combinó con factores genéticos. Este efecto combinado del riesgo genético y la exposición a la luz exterior fue particularmente pronunciado en individuos con un nivel intermedio de riesgo genético de depresión.

Los investigadores dijeron que la falta de luz exterior podría tener un impacto negativo en el sistema neuroendocrino. La serotonina es una sustancia química que influye en nuestro estado de ánimo y la luz solar ayuda a regular su producción. Cuando no recibimos suficiente luz exterior, puede alterar los niveles de serotonina, lo que provoca cambios en el estado de ánimo, especialmente durante ciertas estaciones. La falta de exposición a la luz exterior también puede reducir la producción de vitamina D, que se ha asociado con la depresión y sus patrones estacionales.

Pero, ¿por qué pasar más tiempo al aire libre estaría relacionado con un mayor riesgo de depresión? Esto podría deberse a que la exposición prolongada a la luz ultravioleta reduce la producción de melatonina, una hormona que ayuda a regular nuestros patrones de sueño, dijeron los investigadores. La melatonina reducida puede alterar el reloj interno de nuestro cuerpo, lo que puede contribuir a trastornos psiquiátricos como la depresión. Además, la exposición a los rayos UV a largo plazo puede estimular la producción de ciertas sustancias en nuestro cuerpo, como IL-1β e IL-6, que están relacionadas con la inflamación y pueden desempeñar un papel en la depresión.

El estudio da una importante contribución a la comprensión científica de los factores de riesgo de la depresión. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que las evaluaciones de exposición a la luz exterior se basaron únicamente en datos de autoinforme. Además, todos los participantes del estudio eran británicos blancos. Es posible que los estudios que utilizan medidas más objetivas de la exposición a la luz exterior y se realicen en diferentes poblaciones no produzcan los mismos resultados.

Fuente: Translational Psychiatry

Articulo original: “Association of time spent in outdoor light and genetic risk with the incidence of depression”, was authored by Jing Lin, Hongxi Yang, Yuan Zhang, Zhi Cao, Dun Li, Li Sun, Xinyu Zhang, and Yaogang Wang.

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