Un estudio reciente publicado en la revista Psychology of Music detalla una interacción intrigante entre los sentidos auditivo y visual. Los investigadores descubrieron que la música de tono más bajo tiende a hacer que las personas perciban los objetos visuales como más oscuros, mientras que la música de tono más alto conduce a percepciones visuales más brillantes.
La música es una parte constante de nuestras vidas, a menudo acompañada de elementos visuales en películas, anuncios y situaciones cotidianas. Por ejemplo, pensemos en cómo la música establece el ambiente en una película o cómo potencia el impacto de un anuncio. Si bien se sabe que la música puede afectar nuestras emociones e interpretaciones, los investigadores querían investigar una cuestión más específica: ¿el tono de la música (qué tan alto o bajo suena) influye en cómo percibimos el brillo de los objetos visuales?
Estudios anteriores han demostrado que nuestros sentidos pueden influirse entre sí. Por ejemplo, la música siniestra puede hacer que las escenas de las películas parezcan más amenazantes, y la música alegre puede hacer que los productos de los anuncios parezcan más atractivos. Sin embargo, existía una brecha en la comprensión de cómo el atributo específico del tono musical afecta la percepción visual. Este estudio tenía como objetivo llenar esa brecha.
En el estudio participaron 30 estudiantes universitarios de Corea del Sur, con una edad media de aproximadamente 24 años. Todos los participantes tenían una visión normal o corregida a la normalidad y una audición normal, y dos de ellos eran estudiantes de música.
Los participantes se sentaron a unos 102 cm de distancia de un monitor LCD que mostraba los estímulos visuales mientras la música sonaba a través de auriculares. Cada objeto visual se asoció con un fragmento musical agudo o grave. Los participantes evaluaron el brillo de cada objeto visual en una escala de 1 (oscuro) a 7 (brillante) después de escuchar la música que lo acompañaba.
Los estímulos musicales consistieron en 80 fragmentos derivados y modificados de un estudio anterior para garantizar que transmitieran emociones específicas de manera eficaz. Estas piezas se ajustaron a un tono más alto o más bajo, lo que dio como resultado 40 versiones más agudas y 40 más graves. Es importante destacar que solo se alteró el tono, mientras que otros atributos musicales como el tempo y la armonía permanecieron constantes.
Para los estímulos visuales, se crearon 20 objetos visuales diferentes, entre los que se incluían figuras, números, letras y runas. Todos los estímulos visuales se mostraban en un color gris uniforme para mantener un nivel de brillo constante. Los objetos visuales se presentaban sobre un fondo casi blanco para minimizar la incomodidad causada por el resplandor de la pantalla.
Los resultados indicaron una influencia significativa del tono musical en los juicios de brillo visual. La música de tono más bajo generó calificaciones de brillo más oscuras en todas las categorías de estímulos visuales, mientras que la música de tono más alto generó calificaciones más brillantes. En concreto, los objetos visuales emparejados con música de tono más bajo tuvieron una calificación de brillo promedio de alrededor de 3,2, mientras que aquellos emparejados con música de tono más alto obtuvieron una calificación de alrededor de 3,5.
Los resultados proporcionan evidencia empírica que respalda la teoría de que las señales auditivas y visuales simultáneas pueden influirse entre sí, lo que conduce a una experiencia sensorial más integrada.
“Estos hallazgos son consistentes con investigaciones anteriores que muestran que lo que escuchamos puede modular la forma en que interpretamos visualmente las señales”, escribieron los investigadores. “Estudios anteriores se han centrado en los efectos del tono musical en varios dominios cognitivos, incluida la inferencia, la preferencia y la toma de decisiones”.
“Ampliando estos hallazgos, este estudio proporciona información valiosa sobre cómo el tono, como característica musical, puede dar forma a la interpretación del brillo de las experiencias visuales. Dada la naturaleza entrelazada y concurrente de los sonidos musicales y los eventos visuales en la vida cotidiana, creemos que estos hallazgos podrían contribuir a una comprensión más profunda de la intrincada interacción que ocurre en el cerebro humano cuando procesa la música y la información visual en situaciones diarias”.
Si bien el estudio ofrece información valiosa, también tiene limitaciones. La muestra estuvo compuesta principalmente por adultos jóvenes de un entorno universitario, lo que puede no ser representativo de la población general. Además, el entorno controlado podría no captar por completo la complejidad de las experiencias sensoriales del mundo real. Las investigaciones futuras podrían explorar estos efectos en poblaciones más diversas y entornos cotidianos, como calles concurridas o entornos de realidad virtual.
Investigaciones posteriores también podrían examinar los mecanismos neuronales que subyacen a estas interacciones sensoriales utilizando técnicas como la resonancia magnética funcional (fMRI). Comprender si los efectos observados se originan en el procesamiento sensorial temprano o en etapas cognitivas posteriores proporcionaría conocimientos más profundos sobre cómo nuestros cerebros integran la información auditiva y visual.
Fuente: Psychology of Music
Articulo original: Titulo: “Concurrent musical pitch height biases judgment of visual brightness,” Autores: You Jeong Hong, Ahyeon Choi, Chae-Eun Lee, WooJae Cho, Sumin Yoon y Kyogu Lee.