Un nuevo estudio publicado en Social Cognitive and Affective Neuroscience sugiere que el agresivo «perdedor dolorido» es en realidad una forma de estrategia en lugar de una emoción real. Este estudio basado en el deporte nos ofrece algo de sabiduría sobre cómo mantenernos frescos en entornos altamente competitivos.
«Yo mismo solía jugar al fútbol en un equipo amateur y observé que ciertos jugadores cometían faltas feas e innecesarias cuando la derrota parecía segura», explica la psicóloga Macià Buades-Rotger de la Universidad de Barcelona y coautora de la nueva investigación. «Aún más intrigante, algunas personas que hicieron esto no eran excesivamente acaloradas fuera del campo».
La investigación de Buades-Rotger midió la agresión provocada por ser superado y encontró resultados consistentes: el bajo estatus competitivo (es decir, un rango más bajo debido a perder con más frecuencia) está relacionado con una mayor agresión. «Dicho sin rodeos, los perdedores son más agresivos que los ganadores en promedio», aclara. «Y eso tiene sentido: si tu rival te supera, debes recurrir a la agresión para tratar de detenerlo».
Según Buades-Rotger, estos resultados no solo son relevantes teóricamente, sino que también pueden ofrecer pistas sobre cómo prevenir y abordar mejor la agresión en los deportes. Estos resultados también rompen el estereotipo del ganador del juego sucio.
«A menudo escuchas a los entrenadores y comentaristas deportivos decir que los equipos ganadores son agresivos y duros», explica. «Nuestros resultados contradicen directamente esta narrativa». Pone el ejemplo de los Golden State Warriors 2021-22, que no solo ganaron el campeonato de la NBA, sino que lo hicieron estando entre los equipos menos penalizados de la liga.
Buades-Rotger destaca que la razón más común para la agresión en los deportes es en realidad de naturaleza estratégica. Esto significa que la ira y el juego sucio exhibidos por el lado perdedor están destinados a compensar su falta de habilidad. «Específicamente, nuestros datos sugieren que las personas usan la agresión como un recurso competitivo en lugar de por despecho. Esto implica que los individuos no simplemente actúan contra su oponente debido a la frustración», explica. «En cambio, la agresión parece ser una estrategia más deliberada para compensar el diferencial de habilidades».
En contraste, los artistas superiores con un estatus competitivo más alto permanecen compuestos y ganan con la pura fuerza de la habilidad.
Buades-Rotger también sugiere que podemos extrapolar con cautela estos hallazgos a un entorno competitivo general como un lugar de trabajo feroz o incluso a personas que podrían estar lidiando con problemas de manejo de la ira.
«El estudio podría ser de interés para los psicólogos del desarrollo o deportivos que tratan con individuos agresivos.Tanto para estas personas como para la persona promedio, nuestros resultados pueden permitir un simple consejo: si está perdiendo, cuídese, mantenga la calma y juegue limpio» concluye Buades-Rotger..
Fuente: Therapytips