Un número especial de la revista Current Directions in Psychological Science reúne investigación innovadora sobre el campo de la ciencia psicológica, informática, neurociencia y campos relacionados, iluminando las innumerables formas en que la percepción de la cara influye en cómo pensamos y nos comportamos.
Las caras proporcionan cantidades incalculables de información sobre la gente. Utilizamos rostros para identificar a alguien como un amigo o extraño, como accesible u hostil, como un miembro de nuestro grupo o un forastero. Típicamente, hacemos todas estas determinaciones sin estar conscientes de que lo estamos haciendo.
Los artículos que aparecen en este número exploran los mecanismos que subyacen a la percepción de la cara y cómo usamos la información de las caras. Las áreas temáticas incluyen las funciones adaptativas que probablemente contribuyen a reconocer las caras y las expresiones faciales, los orígenes y la trayectoria del desarrollo del reconocimiento facial en diferentes personas, y las razones por las que a veces cometemos errores cuando se trata de reconocer ciertas caras.
Estos estudios también muestran cómo usamos las percepciones faciales para hacer juicios sobre otras personas, incluyendo la formación de primeras impresiones rápidas y determinar los grupos sociales a los que pertenecen, si poseen ciertas cualidades de liderazgo y la probabilidad de que cooperen o actúen egoístamente.
Los artículos en esta edición ilustran cómo las experiencias tempranas pueden dar forma a la opinión de la cara, conduciendo a las diferencias culturales en cómo atendemos a las características faciales y a las diferencias relacionadas con la exposición en cómo procesamos caras de diversas razas.
Los artículos también muestran cómo los sesgos en cómo reconocemos las emociones en las caras pueden contribuir al inicio y mantenimiento de trastornos del estado de ánimo como la depresión y la agresión.
Finalmente, los artículos exploran cómo la percepción de la cara en última instancia guía nuestro comportamiento hacia los demás, influenciando si decidimos comprometernos con alguien de maneras prosociales e incluso si podríamos deshumanizar y dañar a alguien.
Fuente: Association of Psychological Science