Los adultos mayores se distraen más fácilmente que los jóvenes, sobre todo si también se están esforzando físicamente, según una nueva investigación.
«Nuestros resultados sugieren que los adultos mayores podrían tener una mayor distracción», dijo la coautora del estudio, Lilian Azer, estudiante de posgrado de la Universidad de California en Riverside.
Para el estudio, los investigadores evaluaron la interacción entre el esfuerzo físico, como conducir un automóvil o llevar la compra, y el rendimiento de la memoria a corto plazo cuando los distractores también estaban en juego y cuando no.
«La acción y la cognición, que interactúan con frecuencia en la vida diaria, son sensibles a los efectos del envejecimiento», dijo Azer en un comunicado de prensa de la universidad.
“Nuestro estudio encontró que, en comparación con los adultos más jóvenes, es menos probable que los adultos mayores ignoren las distracciones en su entorno cuando se involucran simultáneamente en una tarea cognitiva y una tarea física con esfuerzo. Ignorar elementos irrelevantes para la tarea disminuye con la edad y esta disminución es mayor cuando se realiza simultáneamente una tarea física, algo que ocurre con frecuencia en la vida diaria”, explicó.
El equipo del estudio reclutó a 19 adultos de 65 a 86 años y luego inscribió a otros 31 adultos más jóvenes, de entre 18 y 28 años.
A todos los participantes se les pidió que agarraran un dinamómetro manual al 5 % o al 30 % de su fuerza mientras también hacían una tarea de memoria a corto plazo.
Un indicador visual proporcionó información en tiempo real sobre la fuerza de agarre ejercida, un tipo de agarre similar al que se usaría para subir una escalera, conducir o llevar una bolsa de supermercado.
Cerca había una matriz de memoria de pequeñas barras de orientación azules y rojas. Los participantes del estudio debían concentrarse en las barras rojas, mientras que las barras azules distraían de forma similar a cómo una valla publicitaria vibrante, el claxon de un automóvil o una conversación no relacionada podrían servir como distracción.
Durante un ejercicio diseñado para no tener distracciones, a los participantes se les mostraron tres barras rojas momentáneamente y luego se les pidió que recordaran la orientación de las barras.
En la versión distraída del ejercicio, se les mostraron cinco barras azules y se les indicó que solo recordaran la orientación de las barras rojas.
“Encontramos que bajo un gran esfuerzo físico, los adultos mayores eran menos propensos a ignorar la información que los distraía y a concentrarse en la información relevante para la tarea”, comento Azer.
A medida que las personas envejecen, pueden experimentar cambios mentales («cognitivos») que pueden incluir una peor memoria a corto plazo, una velocidad más lenta de procesamiento de la información y una mayor distracción, dijo el coautor del estudio Weiwei Zhang, profesor asociado de psicología en UC Riverside.
«Comprender cómo interactúan las acciones cognitivas y físicas puede ayudarnos a ser más conscientes de cómo la información que distrae en nuestro entorno puede afectar nuestra memoria de trabajo», agregó Zhang.
Las actividades mentales o físicas esforzadas son esenciales para nuestro funcionamiento diario, dijo Azer. Mientras conducen, las personas tienden a sostener el volante con aproximadamente el 30 % de su fuerza física máxima. Cuando cargan bolsas de compras, tienden a usar alrededor del 20% de su fuerza física máxima.
“A medida que nos involucramos en estas actividades físicas, muy a menudo nos involucramos simultáneamente en tareas cognitivas en las que pueden estar presentes los distractores, una valla publicitaria o un comercial de venta de automóviles en la radio”, dijo Azer. “El control inhibitorio puede verse afectado durante estas tareas simultáneas, lo que dificulta, especialmente a los adultos mayores, ignorar los distractores y concentrarse en la información relevante para la tarea”.
Es importante minimizar las distracciones, ya que es raro realizar una tarea en completo aislamiento, dijo Azer.
“Si esto no es posible, debemos ser conscientes de que la tarea física con esfuerzo puede afectar nuestra capacidad tanto para realizar una tarea de memoria de trabajo como para ignorar con éxito la información que nos distrae”, dijo Azer.
Los resultados del estudio se publicaron en línea recientemente en Psychology and Aging.
Fuente: Universidad de California, Riverside