La autocompasión podría disminuir el vínculo entre las tendencias perfeccionistas y la depresión.
Una nueva investigación encuentra que relacionarse con uno mismo de una manera saludable puede ayudar a debilitar la asociación entre el perfeccionismo y la depresión.
El perfeccionismo es complejo, con formas positivas y negativas del rasgo de la personalidad, según la autora principal del estudio, la Dra. Madeleine Ferrari de la Universidad Católica de Australia. Varios estudios han demostrado que el esfuerzo por alcanzar altos estándares personales por sí mismo no es necesariamente destructivo y puede tener consecuencias adaptativas y positivas.
Esta forma saludable de perfeccionismo puede predecir niveles más altos de escrupulosidad, autoestima y afecto positivo, así como una menor depresión y molestias percibidas, escribió Ferrari.
Por el contrario, el perfeccionismo que implica la autocrítica, la preocupación por cometer errores y la preocupación de ser evaluados negativamente por otros se ha relacionado con diversas formas de psicopatología. Cuando los perfeccionistas fallan, a menudo experimentan depresión y agotamiento.
En el nuevo estudio, los investigadores australianos consideraron si la autocompasión, una forma amable de relacionarse con uno mismo, podría disminuir el vínculo entre las tendencias perfeccionistas y la depresión.
La autocompasión se describe como una forma saludable de relacionarse con uno mismo, una habilidad que se puede cultivar. «La autocompasión, la práctica de la autocomplacencia, reduce sistemáticamente la fuerza de la relación entre el perfeccionismo inadaptado y la depresión tanto para adolescentes como para adultos», agregó Ferrarri.
Mejorar la autocompasión es una estrategia indirecta para cambiar las relaciones de una persona a pensamientos difíciles. El enfoque es distinto de tratar de cambiar los pensamientos directamente y puede ser igual de efectivo.
Ferrari y sus colegas administraron cuestionarios anónimos para evaluar el perfeccionismo, la depresión y la autocompasión en 541 adolescentes y 515 adultos. Sus análisis de estas autoevaluaciones revelaron que la autocompasión puede ayudar a desacoplar el perfeccionismo y la depresión.
El diseño único del estudio y el resultado similar resultante entre adolescentes y adultos sugiere que la autocompasión puede ayudar a moderar el vínculo entre el perfeccionismo y la depresión a lo largo de la vida.
Los autores creen que las intervenciones de autocompasión podrían ser una forma útil de socavar los efectos de los pensamientos perfeccionistas desadaptativos. Sin embargo, se necesita investigación experimental o de intervención futura para evaluar completamente esta posibilidad.
El estudio aparece en la revista de acceso abierto PLOS ONE.
Fuente: PLOS One