Por: Eugenia Herrera
“Y es que ellas me han enseñado
lo que es el verdadero amor”
Tener una mascota se ha convertido en una necesidad, Los amantes de estos seres sabemos sin duda alguna, que ellos no llegan por casualidad a nuestra vida.
Son numerosos los estudios a nivel científico que han demostrado como las mascotas influyen de manera positiva en la salud y bienestar de cada humano que decide adoptar a estos pequeños e importantes miembros de la familia.
Estudios de investigación han clasificado estos efectos en cuatro ítems: terapéutico, fisiológico, psicológico y psicosocial.
Terapéutico: Los animales pueden ser incluidos en los tratamientos como terapia asistida motivacional o como terapia física. Esta metodología ha sido utilizada en pacientes con diversas patologías y ha funcionado porque se crean vínculos afectivos, a las vez que ayudan a las personas a desarrollar paciencia, responsabilidad y control emocional.
Fisiológicos: El tener una mascota permite que las personas tengan mayor actividad física y esto previene el riesgo de enfermedades cardiovasculares, disminuyendo la presión arterial, frecuencia cardíaca, ansiedad y el estrés por soledad; como plus adicional, puedo mencionarte que se liberan endorfinas al acariciar a las mascotas.
Psicológico: Las mascotas pueden ayudar a disminuir las alteraciones psicológicas, ya que reducen la sensación de soledad e incrementan el sentimiento de intimidad, conduciendo a la búsqueda de la conservación de la vida en personas enfermas. En estados de depresión, estrés, duelo y aislamiento social, las mascotas se convierten en un acompañamiento incondicional, aumentando la autoestima y el sentido de responsabilidad, que necesariamente genera una mejor integración con la sociedad. También las mascotas permiten que se desarrolle el sentimiento de apego en los niños.
Psicosocial: Se ha descrito que el tener una mascota es un antídoto para el anonimato humano en los sitios públicos de la actual sociedad, ya que promueve la interacción entre personas desconocidas.
Actualmente existen terapias con mascotas y éstas han sido avaladas por la ciencia, mismas, que se utilizan para brindar bienestar a quienes padecen de ciertas patologías como la depresión, epilepsia, o parálisis cerebral, entre otros.
A nivel energético, una mascota puede ayudar a elevar la vibración, algo que es importante para la recuperación o la estabilidad emocional.
Y es que, con el simple movimiento de la cola de un perro, por decir algo, puede hacer sonreír y cambiar el día a un extraño.
Pero no todo queda allí, pues estos seres maravillosos tienen como misión en la gran mayoría de los casos, el ser una especie de ángel, pues realmente se convierten en eso en la vida de quienes requieren de su presencia.
Es importante recalcar que estos compañeros tienen una sensibilidad tan alta, la cual, les permiten divisar u observar más de lo que podemos imaginar, por esta razón, son capaces de ver dimensiones o niveles de conciencia mucho más allá de lo que la gran mayoría de los humanos percibimos, e incluso, si corremos algún peligro son capaces de alertarnos.
Todos estos seres tienen dones espirituales que ayudan a las personas en su evolución. Podemos decir que uno de los más importantes es el amor incondicional que profesan por cada uno de nosotros. Sin importar su especie ni raza; todos, absolutamente todos los animales llegan a nuestra vida para aportarnos alegría, amor y luz.
Ellos se convierten en tu guía cuando realmente tomas conciencia de su presencia y la importancia que tiene el hecho de que estén a tu lado. Su ejemplo de amor hace que aprendas a conocer lo que realmente significa este sentimiento.
Pero no todo queda allí. Estos amigos incondicionales realmente no llegan a ti por casualidad, ellos te eligen para cumplir una misión espiritual y convertirse tu maestro. Activando el amor y enseñándote a vivir desde el corazón; mostrándote lo maravilloso que es poder vivir desde el amor a todo y hacia todos.
Por esto y más, es importante que cuando un ser sin habla se acerque a tí, tomes conciencia y des la bienvenida a tu gran maestro, pues te enseñará mucho más de lo que puedas esperar.
Namasté