¿Puede tu mal humor ayudarte a lograr más?.
Para las personas que son más reactivas emocionalmente, estar de mal humor puede funcionar a su favor al alimentar las habilidades de pensamiento requeridas para realizar las tareas diarias, según un nuevo estudio en la Universidad de Waterloo en Canadá.
La reactividad emocional se refiere a la sensibilidad, intensidad y duración de nuestras respuestas emocionales asociadas con nuestros estados de ánimo.
La capacidad de realizar las tareas diarias a menudo está influenciada por el estado de ánimo actual. Para este nuevo estudio, los investigadores querían saber si la reactividad emocional general de una persona puede influir en cómo el estado de ánimo de uno puede impulsar los tipos de habilidades de pensamiento necesarias para superar las demandas y el estrés de la vida cotidiana.
Los resultados muestran que en las personas de alta reactividad, aquellas que tienen respuestas emocionales rápidas, intensas así como duraderas, con un mal humor se asoció con un mejor desempeño en las tareas de la función ejecutiva. El funcionamiento ejecutivo implica la capacidad de uno de enfocar la atención, administrar el tiempo y priorizar las tareas. Para estas personas de alta reactividad, estar de buen humor tuvo un resultado menos productivo en algunos casos.
Individuos de baja reactividad mostraron el efecto opuesto, con un mal humor asociado con un peor funcionamiento ejecutivo.
«Nuestros resultados muestran que hay algunas personas para quienes el mal humor puede perfeccionar el tipo de habilidades de pensamiento que son importantes para la vida cotidiana», dijo la líder del estudio la Dra. Tara McAuley, profesora de psicología en la Universidad de Waterloo.
McAuley condujo el estudio con Martyn S. Gabel, un candidatoa doctorado.
Este patrón de resultados respalda la opinión de que un mal humor puede ayudar con algunas habilidades ejecutivas, pero solo para aquellos que son más reactivos emocionalmente.
«La gente no debería interpretar los resultados como si dijera que está bien perder el control o reaccionar de forma exagerada, o estar malhumorado», dijo McAuley. «Sabemos que la reactividad emocional difiere de persona a persona desde una edad muy temprana y que estas diferencias individuales tienen implicaciones para la salud mental más adelante en el desarrollo».
Se necesita más investigación para explicar la asociación, pero algunos estudios sugieren que las personas de alta reactividad simplemente están más acostumbradas a experimentar emociones negativas. Como tal, los malos humores pueden ser menos molestos para ellos en comparación con las personas de baja reactividad.
El estudio involucró a 95 participantes, cada uno de los cuales completó nueve tareas y cuestionarios distintos que midieron la interacción del estado de ánimo, la reactividad emocional y varios problemas de memoria de trabajo y analíticos.
Fuente: Universidad de Waterloo