Un estudio reciente publicado en JAMA Network Open revela que consumir más de una cucharadita de aceite de oliva al día podría reducir significativamente el riesgo de morir por demencia, y que sustituir la margarina o mayonesa por aceite de oliva también podría reducir este riesgo.
La dieta mediterránea ha sido celebrada por sus beneficios cardiovasculares. Recientemente, los investigadores han centrado su atención en su potencial para proteger la salud cognitiva. El aceite de oliva, un alimento básico de la dieta mediterránea es rico en grasas saludables y antioxidantes, que se cree que ofrecen efectos antiinflamatorios y neuroprotectores.
El estudio tuvo como objetivo explorar la relación entre el consumo de aceite de oliva y el riesgo de muerte relacionada con la demencia. Los investigadores también intentaron comprender cómo interactúa la ingesta de aceite de oliva con la calidad general de la dieta y la sustitución de otras grasas dietéticas por aceite de oliva.
La investigación fue un estudio de cohorte prospectivo, que es un analisis que sigue a un grupo de participantes a lo largo del tiempo. El equipo de investigación propuso que estudiar una población estadounidense podría ofrecer nuevos conocimientos, ya que la mayoría de las investigaciones sobre la dieta mediterránea se llevan a cabo en países mediterráneos.
En consecuencia, el equipo, dirigido por Anne-Julie Tessier de la Universidad de Harvard, analizó datos de 93.383 adultos estadounidenses (60.582 mujeres y 31.801 hombres) que no padecían enfermedades cardiovasculares ni cáncer al inicio del estudio, durante 28 años.
La ingesta de aceite de oliva de los participantes se midió cada cuatro años mediante cuestionarios detallados de frecuencia de alimentos. El consumo se clasificó en “nunca o menos de una vez al mes”, “mayor de 0 a menos de 4,5 gramos por día”, “mayor de 4,5 gramos por día a menos de 7 gramos por día” y “más de 7 gramos por día”.
La muerte por demencia se obtuvo de los registros de defunción y se confirmó mediante revisión médica.
Tras el análisis de los datos, se descubrió que las personas que consumían al menos 7 gramos de aceite de oliva al día (un poco más de media cucharada) tenían un riesgo un 28 % menor de muerte relacionada con la demencia en comparación con aquellos que rara vez o nunca consumían. él. Este hallazgo no se vio afectado por la calidad de la dieta.
Tessier y sus colegas propusieron un posible mecanismo detrás de esto: “el consumo de aceite de oliva puede reducir la mortalidad por demencia al mejorar la salud vascular. Varios ensayos clínicos respaldan el efecto del aceite de oliva en la reducción de las enfermedades cardiovasculares mediante la mejora de la función de la membrana que recubre el interior del corazón y los vasos sanguíneos, la coagulación sanguínea, el metabolismo de los lípidos, el estrés oxidativo… y la disminución de la inflamación”.
Además, sustituir sólo 5 gramos diarios de margarina o mayonesa por aceite de oliva se asoció con un riesgo entre un 8% y un 14% menor de mortalidad por demencia, respectivamente.
“En el momento del estudio, la margarina y la mayonesa contenían niveles considerables de grasas trans hidrogenadas. Estos últimos se asociaron fuertemente con la mortalidad por todas las causas, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y demencia, lo que puede explicar el menor riesgo de muerte relacionado con la demencia observado al reemplazarlo con aceite de oliva”, explicaron los autores.
Si bien los hallazgos del estudio son convincentes, existen algunas limitaciones. Por ejemplo, el estudio no diferenció entre varios tipos de aceite de oliva que difieren en su contenido de compuestos.
Fuente: JAMA Network Open
Articulo original: Titulo: “Consumption of Olive Oil and Diet Quality and Risk of Dementia-Related Death”. Autores: Anne-Julie Tessier, Marianna Cortese; Changzheng Yuan, Kjetil Bjornevik, Alberto Ascherio, Daniel D. Wang, Jorge E. Chavarro, Meir J. Stampfer, Frank B. Hu, Walter C. Willett y Marta Guasch-Ferré.