Por Daniela Hernández
Marzo, 2023
El surgimiento de algún desequilibrio mental en cualquier individuo es determinado por factores cognitivos, conductuales, emocionales, psicológicos, sociales, genéticos y de su entorno, afectando así las relaciones intrapersonales e interpersonales.
Cuando existe una disimilitud real o percibida de las demandas de algún suceso contra los recursos biológicos, psicológicos o sociales con los que cuenta un individuo, puede presentarse una amenaza y afectar su bienestar. Lo anterior se puede volver crónico y dar origen a ciertos síntomas recurrentes como ansiedad, fobias, inseguridades, tensiones y agotamiento.
Es necesario estar alerta cuando se presenten, y detectar si han generado cambios desfavorables en el funcionamiento de la vida cotidiana. En caso de ser así, se deberá de acudir con un profesional de la salud, para evitar que se acrecente y correr el riesgo de desarrollar un trastorno mental, como depresión mayor, ansiedad generalizada, y bipolaridad.
El cerebro dicta el funcionamiento de los pensamientos, de las emociones y por consecuencia de la conducta humana; puede soportar dificultades y cambios, pero hasta cierta medida. Cuando hay un choque en el individuo entre lo cognitivo, lo conductual y su entorno, puede crear cambios en el cerebro y no funcionar adecuadamente, afectando así su bienestar mental.
Hoy en día es necesario crear consciencia de los trastornos mentales, y considerarlos como cualquier otra enfermedad del ser humano.
Daniela Hernández es licenciada en Administración de Empresas, y actualmente estudia la Maestría en Psicología; en años recientes cursó el taller de Introducción a la Creación Literaria.
Se ha desempeñado como asistente de Dirección General. Ha colaborado con artículos para el newsletter interno, para la firma de abogados donde trabaja actualmente. Asimismo, ha apoyado en el área de Recursos Humanos.