Un experimento realizado en Francia descubrió que tanto las personas sanas como las depresivas tienden a evitar sentarse junto a personas visiblemente enojadas, prefiriendo sentarse junto a aquellas que parecen felices. Sin embargo, las personas con depresión eran menos propensas que las personas sanas a elegir asientos junto a personas alegres. Se encontró que esta inclinación se correlacionaba con la intensidad de sus síntomas de anhedonia. El estudio fue publicado en Behaviour Research and Therapy.
La depresión, también conocida como trastorno depresivo mayor, es una afección de salud mental grave y frecuente. Se manifiesta como sentimientos duraderos y abrumadores de tristeza, desesperación y una disminución del interés o placer en la mayoría de las actividades. Quienes padecen este trastorno a menudo enfrentan un espectro de síntomas físicos y emocionales. Estos pueden incluir alteraciones en los patrones de sueño y el apetito, fatiga, dificultades de concentración e incluso pensamientos de autolesión o suicidio.
La anhedonia, la capacidad reducida para experimentar placer o interés en actividades, es un síntoma característico de la depresión. Las personas que presentan anhedonia pronunciada son más propensas a tener ideas suicidas y, a menudo, responden menos positivamente al tratamiento. Además, enfrentan desafíos importantes en sus interacciones sociales. La investigación científica ha asociado la anhedonia con intrincadas disfunciones en los circuitos cerebrales responsables de conductas impulsadas por objetivos, acciones que incitan a los individuos a buscar recompensas y evitar castigos.
Julie Grezes, autora principal del estudio, y su equipo intentaron comprender hasta qué punto las personas con depresión valoran relacionarse con otros o evitarlos en función de sus expresiones emocionales. También buscaron determinar la voluntad de estos individuos de modificar sus reacciones iniciales cuando cambian las circunstancias.
Los investigadores plantearon la hipótesis de que, en contextos sociales, las personas con depresión estarían menos inclinadas que las personas sanas a relacionarse con personas alegres. Además, postularon que las personas con depresión serían menos propensas a evitar a las personas que mostraran enojo. El equipo también anticipó que los individuos depresivos serían más resistentes a alterar sus reacciones iniciales.
El estudio abarcó tres grupos de participantes distintos: 24 pacientes depresivos con antecedentes de intentos de suicidio, 24 pacientes depresivos sin dichos antecedentes y 24 individuos sanos. Los participantes tenían una edad promedio de aproximadamente 36 años. Los pacientes deprimidos procedían de unidades hospitalarias y ambulatorias del Departamento de Psiquiatría de Emergencia y Atención Post-Aguda del Hospital Académico de Montpellier en Francia. El grupo sano estaba compuesto por voluntarios que fueron emparejados con las cohortes depresivas según su edad y sexo.
Los participantes completaron evaluaciones de la gravedad de los síntomas de depresión (el Inventario de Depresión de Beck), anhedonia (la Escala de Placeres de Snaith-Hamilton), ansiedad (la Escala de Ansiedad de Rasgo Estatal de Spielberger), impulsividad (la escala BIS/BAS), empatía (el Índice de Reactividad Interpersonal, IRI), capacidad de mentalización (el Cuestionario de Funcionamiento Reflexivo) y trauma infantil (el Cuestionario de Trauma Infantil).
Los participantes también completaron una tarea social de libre elección. Esta tarea implicó ver imágenes de una sala de espera con dos personas sentadas. Al lado de cada individuo había una silla desocupada. En cada imagen, una persona mostraba una conducta neutral, mientras que la otra mostraba una expresión neutral, enojada o feliz. Toda la actividad estuvo compuesta por 120 imágenes distintas, cada una de las cuales muestra diferentes combinaciones de actores, disposición de los asientos y expresiones faciales. Cada participante revisó estas imágenes tres veces, y en la tercera visualización invirtió las claves de respuesta, totalizando 360 ensayos.
Durante la tarea, los participantes tuvieron 1,5 segundos para ver cada imagen y decidir qué silla elegirían presionando la tecla izquierda o derecha correspondiente. Al seleccionar la tecla, un cursor en pantalla se movió en la dirección elegida. Luego, los participantes soltaron la llave para finalizar su elección.
Para medir la disposición de los participantes a rectificar resultados indeseables, en un tercio de los ensayos, los investigadores invirtieron las configuraciones clave. Esto significaba que al presionar la tecla izquierda se movía el cursor hacia la derecha y viceversa. Los investigadores observaron de cerca si los participantes intentarían rectificar sus elecciones en estas condiciones.
Los resultados mostraron que los participantes eligieron evitar sentarse junto a personas con caras enojadas y prefirieron sentarse junto a personas con caras felices. La tendencia a sentarse al lado de una persona que parecía feliz fue significativamente menos pronunciada en los individuos depresivos. La fuerza de esta tendencia se asoció con la anhedonia. Cuanto más fuertes eran los síntomas de anhedonia en el individuo con depresión, menos probable era que la persona prefiriera sentarse al lado de una persona con cara feliz.
Al analizar las respuestas durante las pruebas de combinación de teclas invertidas, los datos indicaron que era menos probable que los participantes cambiaran sus decisiones cuando su elección inicial era deseable que cuando era neutral. Los participantes sanos mostraron una mayor propensión a rectificar sus decisiones para lograr un resultado favorable en comparación con aquellos con depresión. Además, aquellos con síntomas de anhedonia intensificados mostraron una menor probabilidad de hacer correcciones.
“Nuestros resultados mostraron que todos los participantes, deprimidos o no, preferían acercarse a personas felices y evitar personas enojadas, pero los participantes deprimidos se acercaban menos a personas felices que los controles. Además, cuando después de la primera elección el cursor de respuesta se dirigía hacia el resultado indeseable al acercarse a personas enojadas o evitar personas felices, los participantes deprimidos estaban menos dispuestos a producir un esfuerzo adicional (pulsar la tecla cambiar) para corregir su respuesta inicial, en comparación con los controles.”, explicaron los autores del estudio.
“Finalmente, entre los participantes, la motivación para acercarse a señales sociales positivas y la voluntad de esforzarse para obtener resultados socioemocionales deseables se correlacionaron negativamente con la gravedad de la anhedonia. En conjunto, estos hallazgos resaltan de manera convincente cómo la valoración alterada y la menor disposición a ejercer un impacto en las decisiones de acercamiento/evitación en contextos socioemocionales en la depresión”.
El estudio hace una valiosa contribución a la comprensión científica de los cambios motivacionales en la depresión. Sin embargo, también tiene limitaciones que es necesario tener en cuenta. Cabe destacar que la muestra del estudio fue muy pequeña. También sigue siendo incierto en qué medida la elección en una situación ficticia presentada en una imagen corresponde a cómo se comporta una persona en las interacciones sociales reales.
Fuente: Behavior Research and Therapy
Articulo original: Titulo: “Depression and approach-avoidance decisions to emotional displays: The role of anhedonia”. Autores: Julie Grezes, Nathan Risch, Philippe Courtet, Emilie Olie y Rocco Mennella.