Un equipo internacional de investigadores ha identificado un patrón de actividad cerebral que se correlaciona con emociones relacionadas con el enojo que se experimentan durante el sueño. El estudio, publicado en la revista JNeurosci, arroja nueva luz sobre las bases neuronales del contenido emocional de las pesadillas, un síntoma de diversos trastornos mentales y del sueño.
Las experiencias emocionales son fundamentales no solo para nuestra vida de vigilia sino también para los sueños que tenemos durante el sueño de movimientos oculares rápidos (REM). Sin embargo, pocos estudios han examinado los mecanismos cerebrales subyacentes a los aspectos emocionales de los sueños.
Ahora, el autor del estudio Pilleriin Sikka, del Departamento de Psicología y Centro de Cerebro y Mente de Turku en la Universidad de Turku en Finlandia, y sus colegas de la Universidad de Skövde en Suecia y la Universidad de Cambridge en el Reino Unido descubrieron un mecanismo emocional compartido entre nuestros estados de vigilia y sueño.
Un total de 17 participantes (7 hombres y 10 mujeres) se sometieron a grabaciones de electroencefalografía (EEG) durante dos noches separadas en un laboratorio del sueño. Después de cinco minutos de sueño con movimientos oculares rápidos (REM), los investigadores despertaron a los participantes y les pidieron que describieran su sueño y que evaluaran sus experiencias emocionales durante el sueño.
Los investigadores también analizaron los segmentos de EEG antes del despertar de dos minutos, así como los segmentos de vigilia en reposo de 8 minutos durante su pre-sueño nocturno y la mañana posterior al sueño.
Los hallazgos muestran que los participantes que mostraron una mayor actividad cerebral en la banda alfa en la derecha, en comparación con la corteza frontal izquierda durante la vigilia de la noche y durante el sueño REM, experimentaron más enojo en sus sueños. Esto sugiere que las personas con mayor poder alfa en el hemisferio frontal derecho pueden ser menos capaces de regular, o inhibir, los estados emocionales fuertes mientras sueñan.
Esta firma neural, llamada asimetría frontal alfa (FAA, por sus siglas en inglés), se ha relacionado con la ira y la autorregulación durante la vigilia. Juntos, estos resultados sugieren que la FAA puede reflejar un indicador universal de la regulación de las emociones.
Se estima que entre el 50 y el 80 por ciento de los adultos reportan tener una pesadilla ocasional, según la Academia Americana de Medicina del Sueño. Alrededor del 2 al 8 por ciento de las personas tienen pesadillas que pueden afectar su calidad de sueño.
Investigaciones anteriores han demostrado que las pesadillas frecuentes están relacionadas con los bajos ingresos, el insomnio, los síntomas de la respiración alterada por el sueño, el neuroticismo y el hecho de ser mujer. Las personas que sufren de pesadillas también son cinco veces más propensas a tener un trastorno psiquiátrico.
Fuente: Society for Neuroscience