Las mujeres jóvenes utilizan chismes contra sus rivales, impulsadas por los celos y la autoestima

Las mujeres jóvenes utilizan chismes contra sus rivales, impulsadas por los celos y la autoestima

Un estudio reciente publicado en Evolutionary Psychological Science investigó por qué las mujeres físicamente atractivas a menudo se convierten en blanco de chismes negativos, un fenómeno puesto de relieve por el tratamiento del personaje Malèna en la película del mismo nombre. Investigaciones anteriores sugirieron que estos chismes provienen de la competencia intrasexual: las mujeres compiten por parejas deseables. En este trabajo, Yijia Dong y sus colegas van más allá al examinar cómo los celos románticos y la autoestima desempeñan un papel en este comportamiento, proponiendo que los celos llevan a las mujeres a chismear sobre rivales atractivos, mientras que los niveles de autoestima moderan esta tendencia.

La psicología evolutiva proporciona un marco para comprender estos fenómenos, sugiriendo que los mecanismos psicológicos desarrollados para resolver los problemas adaptativos de supervivencia y reproducción influyen en las preferencias de pareja. La preferencia de los hombres por el atractivo físico de las mujeres, visto como un indicador de salud y fertilidad, ha llevado a un entorno competitivo donde las mujeres utilizan los chismes como estrategia para socavar a sus rivales.

 Cuarenta adultos participaron en el estudio piloto para evaluar el atractivo físico de rostros femeninos, con el fin de seleccionar estímulos para el estudio principal. Las imágenes de mujeres asiáticas se evaluaron en una escala de 1 (extremadamente poco atractiva) a 10 (extremadamente atractiva). Las participantes femeninas calificaron las imágenes desde su propia perspectiva y como imaginaban que lo haría un hombre, mientras que los participantes masculinos calificaron solo desde su propia perspectiva.

Este proceso utilizó imágenes de investigaciones anteriores, dividiéndolas en categorías atractivas y no atractivas. Las calificaciones llevaron a la selección de las tres caras menos atractivas y las tres más atractivas, según lo acordado por los evaluadores masculinos y femeninos, para ser utilizadas en el estudio objetivo.

En el estudio objetivo participaron un total de 190 mujeres heterosexuales de entre 23 y 35 años. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a grupos donde fueron expuestos a imágenes de mujeres categorizadas como de alto o bajo atractivo, según los hallazgos del estudio piloto.

Los participantes primero calificaron su propio atractivo físico en una escala de 7 puntos. Luego se les presentó un escenario hipotético en el que los participantes se imaginaban a sí mismos como una mujer en un grupo social con un hombre objetivo y una nueva mujer (Mujer Y) ingresando a este grupo y acercándose al hombre objetivo. Los participantes calificaron sus celos en una escala de 7 puntos, después de lo cual se les presentó información negativa sobre la Mujer Y, y se les pidió que calificaran la probabilidad de compartir esta información en diversos contextos sociales.

Los participantes también completaron medidas de autoestima a través de la escala de 10 ítems de Rosenberg y de deseabilidad social utilizando ítems del Cuestionario de Personalidad de Eysenck.

Los investigadores no encontraron ningún efecto principal significativo del atractivo físico de un competidor potencial sobre las tendencias a chismear. Sin embargo, surgió un efecto principal significativo para el receptor del chisme, indicando que los participantes tenían más probabilidades de difundir información negativa sobre un competidor a sus propios amigos que al hombre objetivo o a un amigo común. Si bien el atractivo físico de los competidores potenciales no afectó las tendencias a chismear hacia el hombre objetivo o el amigo común, sí influyó en los chismes hacia los propios amigos del participante.

Los participantes con baja autoestima eran marginalmente más propensos a chismear, particularmente cuando los competidores eran muy atractivos.

El atractivo físico de los competidores potenciales se asoció positivamente con los niveles de celos románticos de los participantes, lo que a su vez se relacionó con mayores tendencias a chismes en todos los receptores. Este efecto de mediación fue significativo y destacó los celos románticos como un mecanismo clave que impulsa los chismes en respuesta a competidores atractivos.

Además, la autoestima moderó estos efectos, y una menor autoestima amplificó el impacto del atractivo de los competidores en los celos y los chismes, particularmente hacia los amigos personales. Estos hallazgos ilustran que, si bien el atractivo y los celos estimulan los chismes, el alcance de este comportamiento está determinado además por las diferencias individuales en la autoestima.

Los investigadores señalan que las investigaciones futuras deberían considerar el uso de medidas implícitas de deseabilidad social.

Fuente: Evolutionary Psychological Science

Articulo original: Titulo: “Physical Attractiveness of Potential Competitors Influences Women’s Gossip: Effects of Romantic Jealousy and Self‑Esteem”. Autores: Yijia Dong, Wenqi Li y Yu Kou.

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