Nueva guía para mejorar el apoyo psicológico en los programas televisivos

“Los psicólogos deben desempeñar un papel importante en el apoyo a las compañías de producción televisiva y a los participantes en sus programas”.

Así lo afirma la Sociedad Británica de Psicología (British Psychological Society-BPS) con motivo de la reciente publicación de una nueva guía, a través de la cual establece una serie de directrices para la mejora del apoyo psicológico en los programas de televisión, orientadas a todas las personas que participan en cualquier producción de medios televisivos.

Desarrollada por el Grupo Asesor de Ética de los Medios de la BPS, la guía pretende ayudar a las compañías de producción televisiva a proteger la salud mental de los participantes vulnerables.

Tal y como señalan los autores, la investigación psicológica pone de relieve el papel esencial que juegan los medios de difusión a la hora de influir en las actitudes, creencias y comportamientos del público.

Así, la Psicología, puede ayudar a comprender mejor los procesos a través de los cuales las transmisiones televisivas involucran a las personas y cómo éstas reaccionan a corto y largo plazo, y desempeña un papel fundamental en la protección de los participantes en dichas producciones, ofreciendo, por ejemplo, pautas para abordar con éxito los desafíos morales y éticos que surgen cuando se realizan programas y/o películas.

Según indica la guía, es crucial que los medios no promuevan una visión estrecha y única de la salud mental, que podría disuadir a las personas de buscar ayuda. Al contrario, mostrar a las personas que reciben tratamientos tiene dos beneficios potenciales principales:

  • Mejorar la comprensión general y sensibilizar entorno a la naturaleza y la causa de los problemas de salud mental, desmitificando así estas problemáticas.

  • Mostrar de manera imparcial la amplia gama de enfoques disponibles, su idoneidad para diferentes tipos de problemas y la medida en que se puede esperar una mejora.

Estos beneficios pueden ayudar a las personas a buscar tratamiento cuando surge la necesidad y facilita el apoyo a las personas en su tratamiento y recuperación.

En línea con lo anterior, el documento establece la trascendencia de cuidar el lenguaje relativo a la salud mental: “es importante evitar las ofensas innecesarias”. La información negativa de los medios de comunicación tiene un impacto en las personas que utilizan los servicios de salud mental, exponiéndolos a un mayor prejuicio y discriminación, y disuadiendo a aquellos que necesitan ayuda de buscarla y acceder a ella.

A este respecto, manifiesta, así como es “legítimamente inaceptable” burlarse de alguien debido a su sexualidad, género, apariencia u origen étnico, también lo es hacerlo en el caso de la salud mental.

La guía pone de relieve también la necesidad de detectar las vulnerabilidades de los participantes en las producciones y emisiones, así como los riesgos de daños asociados con las mismas. Los psicólogos debidamente cualificados, pueden constituir una fuente de asesoramiento ante las inquietudes que puedan surgir durante la producción, relativas al bienestar de un participante -ya sea que un miembro del equipo de producción, un tutor, un padre de familia, etc.-, y pueden ayudar a abordar cualquier sentimiento negativo emergente tras una actuación.

Cuando una persona vulnerable o un menor se encuentre en una escena donde se muestren emociones intensas, el consejo de un psicólogo puede ser útil para ayudar al equipo de producción a comprender mejor los riesgos involucrados, así como el modo de minimizarlos.

Se puede descargar la guía completa desde la página Web de la BPS, o bien directamente a través del siguiente enlace:

Psychology and Media Productions: Guidance for commissioners and producers

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