Uno de los dilemas más comunes que suceden en pareja cada Navidad.
Uno de los dilemas más comunes de las parejas en la época navideña es cómo repartir las fiestas con la familia. Según los expertos en terapia de pareja y relaciones no hay una fórmula mágica para salir bien librados, pero en mayor o menor medida la solución que nos plantean siempre es parecida: ser generosos. Tenemos que ser capaces de relativizar las cosas. De salir de nuestros intereses y analizar la situación fríamente.
Es normal que lo que quieras hacer en Navidad no coincida con lo que quiere tu pareja. Hay tantas posibilidades de que no encajen vuestras tradiciones que lo raro es que ninguno tenga que ceder.
Si para cada familia es importante una fecha, pues se reparte así sin tener que turnarse. Y todos contentos. Si el día navideño es central para cada familia de la pareja, pues una solución es un año en tu casa y otro en la mía. Es lo más habitual, pero, ojo, llevar la cuenta sin pensar en las circunstancias de cada año puede ser un problema: Hay que valorar cada situación en el presente. Tenemos que ser capaces de empatizar con el otro. Si hay un familiar que podría faltar pronto, sería razonable acudir a esa casa.
Otro escenario habitual es que la Navidad sea importante para un miembro de la pareja y que al otro le dé completamente igual. En ese caso, no pasa nada por repetir con la misma familia cada año. Es una solución para el problema. Todas las navidades con una familia y, para la otra, ya se encontrará otra tradición.
También es importante dejar el tema hablado con tiempo. No es una conversación que haya que dejar para el 23 de diciembre: Hay que pactar con antelación qué tiempo pasar con cada familia, cómo organizarse, qué eventos haremos en casa de la propia familia y cuáles en casa de la familia de nuestra pareja.
Si las tradiciones no nos sirven como queremos, son inútiles. Mejor evitar una tradición que nos imponga un conflicto en vez de un refuerzo de la pareja. Si juntarse en Nochebuena o Nochevieja es un problema, no pasa nada por celebrarlo separados, cada uno con su familia. Es una posibilidad dentro de todas las existentes. No hay problema si ambos miembros de la pareja piensan igual.
La Nochebuena y la Nochevieja (o la Navidad, año nuevo y Reyes) no tienen por qué ser la tradición compartida con tu pareja. Ya lo es con el resto de tu familia, pero tu tradición navideña con tu novio o novia puede ser otra. Procura que no coincida con otra tradición familiar. Si vuelve a pasar, ya es culpa tuya.
La Navidad tensa las emociones. Para algunos, la Navidad es un acto político. Puede ser una fecha para el encuentro o el desencuentro. Mejor optar por lo primero. Si nos cuesta ponernos de acuerdo en nuestro día a día, cómo no nos va a pasar en Navidad. Son días de mucho estrés en los que cuesta encajarlo todo.
Hasta el momento hemos abordado cómo repartir la agenda familiar de la pareja en Navidad, pero hay otra opción con muchos adeptos: pasar estos días en pareja sin la familia. Una pareja puede organizarse unas vacaciones navideñas que impidan asistir a las fiestas familiares sin tener que sentirse culpables. ¿Tienen la obligación de juntarse todos los años para la cena de Navidad o fin de Año?. Si la respuesta es no, esta puede ser otra magnifica opción.¿Que opinas?
Fuente: El Pais