El camuflaje no es exclusivo de las personas autistas

El camuflaje no es exclusivo de las personas autistas

Un estudio realizado en los Países Bajos investigó las diferencias en el camuflaje entre personas con autismo y personas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Los resultados mostraron que, si bien los rasgos del autismo están relacionados con el camuflaje, este comportamiento no es exclusivo de las personas diagnosticadas con autismo. El artículo fue publicado en Autism Research.

El autismo, o trastorno del espectro autista, es una condición del desarrollo neurológico marcada por dificultades en la interacción social, desafíos de comunicación así como conductas restringidas y repetitivas. Los síntomas suelen aparecer en la primera infancia y pueden variar ampliamente en gravedad y presentación. Los signos comunes incluyen dificultad para comprender las señales sociales, mantener el contacto visual y entablar conversaciones de ida y vuelta.

Muchas personas autistas son conscientes de sus dificultades sociales. Para contrarrestar esto, a menudo desarrollan estrategias para enmascarar u ocultar sus síntomas en situaciones sociales, un comportamiento conocido como camuflaje. Esto puede incluir imitar comportamientos sociales, ensayar conversaciones, suprimir comportamientos repetitivos y forzar el contacto visual para mezclarse con compañeros neurotípicos.

Los autistas utilizan el camuflaje para evitar el rechazo social o los malentendidos. Si bien les ayuda a navegar las interacciones sociales, es agotador mental y emocionalmente. Con el tiempo, el esfuerzo necesario para mantener esta fachada puede provocar problemas de salud mental como depresión y agotamiento. Además, el camuflaje exitoso puede contribuir a que el diagnóstico de autismo sea tardío o fallido.

El autor del estudio, WJ van der Putten, y sus colegas señalan que las personas con TDAH también enfrentan dificultades de interacción social y comunicación. Mientras que los individuos autistas luchan debido a comportamientos repetitivos y estilos de comunicación específicos, aquellos con TDAH luchan debido a la falta de atención, la impulsividad y la hiperactividad. Por lo tanto, las personas con TDAH también podrían utilizar estrategias de camuflaje para integrarse mejor, posiblemente utilizando tácticas diferentes en comparación con las personas con autismo.

El estudio incluyó a 352 adultos autistas, 123 adultos con TDAH y 312 adultos sin ninguna de las afecciones. Todos participaron en un estudio más amplio llamado «Autismo y envejecimiento». La edad promedio de los participantes fue de 51 a 52 años, con un poco más de hombres que de mujeres. Los investigadores dividieron este grupo en dos partes para análisis separados.

Los participantes completaron evaluaciones de comportamiento de camuflaje (el cuestionario CAT-Q-NL), rasgos de TDAH (el Autoinforme de TDAH), rasgos de autismo (el Cociente del Espectro de Autismo) y entrevistas de diagnóstico para TDAH (la Mini Entrevista Neuropsiquiátrica Internacional Plus) y autismo (Módulo 4 de la Escala de Observación Diagnóstica del Autismo, versión 2).

Los resultados mostraron que, en promedio, los individuos con TDAH se camuflan menos que aquellos con autismo. Los autistas utilizaron con mayor frecuencia estrategias de compensación y asimilación en comparación con aquellos con TDAH. La compensación implica imitar conscientemente comportamientos neurotípicos para encajar socialmente, mientras que la asimilación implica adoptar comportamientos que ayudan a integrarse en entornos sociales.

Las personas con TDAH eran ligeramente más propensas a utilizar estrategias de asimilación que aquellas sin TDAH o autismo. Un análisis más detallado reveló que los individuos con rasgos autistas más pronunciados, independientemente del diagnóstico, tendían a mostrar más conductas de camuflaje, en particular estrategias de compensación y asimilación. Los rasgos del TDAH no se asociaron con conductas de camuflaje.

“Basándonos en este estudio, podemos concluir que los adultos con TDAH muestran más camuflaje que un grupo de comparación, pero menos que los adultos autistas. Este estudio destaca la necesidad de medidas más generales del comportamiento de camuflaje, independientemente del diagnóstico, para poder comparar el camuflaje entre diferentes grupos.

Además, se necesitan estudios más profundos para comprender completamente cómo se camuflan las personas con TDAH, si esto difiere del camuflaje en adultos autistas y en qué medida el camuflaje puede ser una fuente de dificultades de salud mental y diagnósticos tardíos en personas con TDAH”, concluyeron los autores.

El estudio arroja luz sobre el camuflaje en adultos con TDAH, pero también tiene limitaciones. En particular, el estudio se basó en autoinformes, lo que dejó lugar al sesgo de información. Además, las diferencias en las tácticas de camuflaje entre personas con TDAH y aquellas sin TDAH ni autismo fueron mínimas.

Fuente: Autism Research

Articulo original: Titulo: “Is camouflaging unique for autism? A comparison of camouflaging between adults with autism and ADHD”. Autores: W. J. van der Putten, A. J. J. Mol, A. P. Groenman, T. A. Radhoe, C. Torenvliet, J. A. Agelink van Rentergem y H. M. Geurts.

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