La intrepidez se puede aprender

La intrepidez se puede aprender

La ausencia de un cierto receptor de serotonina apoya la reducción de las respuestas de miedo previamente aprendidas.

El neurotransmisor serotonina juega un papel clave tanto en la aparición como en el desaprendizaje del miedo y la ansiedad. Un equipo de investigación del Departamento de Zoología General y Neurobiología dirigido por la Dra. Katharina Spoida y la Dra. Sandra Süß en el Centro de Investigación Colaborativa «Extinction Learning» de la Universidad Ruhr de Bochum, Alemania, ha estado investigando los mecanismos subyacentes. Los investigadores demostraron que los ratones que carecen de un receptor específico de serotonina desaprenden el miedo mucho más rápido que el tipo salvaje. Los resultados del estudio proporcionan una explicación viable de cómo los medicamentos que se usan típicamente para el tratamiento del trastorno de estrés postraumático (TEPT) alteran nuestra actividad cerebral. La capacidad de desaprender el miedo a menudo se ve afectada en pacientes con TEPT, lo que dificulta la realización de terapias. El estudio fue publicado en la revista Translational Psychiatry el 19 de noviembre de 2022.

Respuestas de miedo desencadenadas por la información sensorial cotidiana

Las personas que han sido afectadas por una experiencia traumática a veces sufren de una respuesta de miedo exagerada de larga duración. En tales casos, la respuesta de miedo se desencadena por ciertas impresiones sensoriales que ocurren en nuestro entorno cotidiano y que luego pueden llegar a ser abrumadoras. Los expertos se refieren a esta condición como trastorno de estrés postraumático (TEPT). En este trastorno, no es posible, o solo con dificultad, que los individuos afectados desaprendan la conexión una vez aprendida entre un estímulo ambiental neutral y la respuesta de miedo aprendida, lo que perjudica el éxito de las terapias.

Sabiendo que el neurotransmisor serotonina juega un papel importante en el desarrollo del miedo, el equipo de investigación exploró su papel en el aprendizaje de la extinción, es decir, el desaprendizaje del miedo, con mayor detalle. Con este fin, examinaron los llamados ratones knock-out que carecen de un cierto receptor de serotonina, el receptor 5-HT2C, debido a modificaciones genéticas. Estos ratones aprendieron en un día a asociar un cierto sonido con un estímulo eléctrico leve pero desagradable. «Como resultado de este proceso de aprendizaje, al día siguiente mostraron una respuesta de miedo que se caracterizó por una pausa inmóvil tan pronto como se tocó el tono, a lo que nos referimos como ‘congelación'», explica Katharina Spoida.

La ausencia del receptor es una ventaja

En el siguiente paso, los investigadores reprodujeron repetidamente el tono a los ratones sin aplicar el estímulo eléctrico. «Curiosamente, notamos que los ratones del grupo “knock-out” aprendieron mucho más rápido que los ratones que carecían de esta modificación genética específica», dice Katharina Spoida. «En consecuencia, parece que la ausencia del receptor de serotonina proporciona una ventaja para el aprendizaje de extinción».

Los investigadores estudiaron este fenómeno con más detalle y encontraron que los ratones del grupo “knock-out” mostraron cambios en su actividad neuronal en dos áreas cerebrales diferentes. Uno de ellos es una subregión específica del núcleo dorsal del rafe (DRN), que suele ser el sitio principal de producción de serotonina en nuestros cerebros. Además, los investigadores descubrieron actividad neuronal aberrante en el llamado núcleo de lecho de la estría terminal (BNST), que es parte de la llamada amígdala extendida. «En los ratones  del grupo knock-out, primero encontramos un aumento de la actividad basal en ciertas células productoras de serotonina del núcleo dorsal del rafe. En un paso posterior, demostramos que la ausencia del receptor también altera la actividad neuronal en dos subnúcleos del BNST, lo que en última instancia apoya el aprendizaje de extinción», describe la primera autora Sandra Süß. Los resultados de la investigación también indican una conexión entre las dos regiones del cerebro, lo que lleva a los científicos a suponer que una interacción es significativa para mejorar el aprendizaje de extinción.

Posible efecto de la medicación revelado

Los resultados del estudio pueden revelar cómo los fármacos utilizados típicamente en el tratamiento del TEPT afectan las regiones cerebrales analizadas en este estudio. «Ya hay medicamentos en uso clínico que regulan la cantidad de serotonina disponible, los llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, o ISRS para abreviar», señala Katharina Spoida.

«Tomar estos medicamentos durante un período prolongado de tiempo hace que el receptor relevante se vuelva menos sensible a la serotonina, similar a nuestro modelo knock-out. Por lo tanto, asumimos que los cambios que hemos descrito podrían ser esenciales para el efecto positivo de los ISRS», agrega Sandra Süß. Los investigadores esperan que sus hallazgos ayuden a desarrollar estrategias de tratamiento más específicas para los pacientes con TEPT en el futuro.

Fuente: Ruhr-University Bochum

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