El potencial terapéutico de las experiencias profundamente conmovedoras o profundas en el tratamiento de la depresión

El potencial terapéutico de las experiencias profundamente conmovedoras o profundas en el tratamiento de la depresión

Una nueva investigación sugiere que experimentar escalofríos estéticos (esos momentos que ponen la piel de gallina provocados por estímulos profundos) puede cambiar positivamente las creencias fundamentales en uno mismo en personas con depresión. Los hallazgos, publicados en BMC Psychiatry, sugieren un enfoque prometedor y sin fármacos para fomentar el bienestar psicológico aprovechando la respuesta natural del cuerpo a las experiencias en movimiento.

La depresión, una afección de salud mental compleja y a menudo debilitante, afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por tristeza persistente, falta de interés en la vida y una serie de problemas cognitivos, incluidas creencias dañinas en uno mismo. Los tratamientos tradicionales como la medicación y la psicoterapia se centran en alterar estos patrones de pensamiento negativos. Recientemente, ha aumentado el interés en utilizar experiencias psicodélicas para cambiar radicalmente estas creencias fundamentales debido a su capacidad para inducir importantes conocimientos emocionales y psicológicos.

Sin embargo, la legalidad, la accesibilidad y los posibles efectos secundarios de los psicodélicos limitan su uso. Dirigido por Felix Schoeller del Instituto de Estudios Avanzados de la Conciencia de Santa Mónica y Abhinandan Jain del Instituto de Tecnología de Massachusetts, un equipo de investigadores se propuso explorar si la experiencia profunda de los escalofríos estéticos podría ofrecer beneficios similares sin las complicaciones asociadas con el uso de drogas.

Los participantes del estudio fueron reclutados a través de una plataforma en línea llamada Prolific. Esta plataforma permitió a los investigadores seleccionar individuos según criterios específicos, asegurando que todos los participantes tuvieran un diagnóstico previo de depresión. La cohorte final estuvo compuesta por 96 participantes, que informaron estar en terapia y tomando medicamentos para controlar su depresión.

El núcleo del estudio implicó exponer a los participantes a uno de dos videos seleccionados que se sabe que inducen escalofríos estéticos, una respuesta fisiológica a menudo acompañada de piel de gallina y escalofríos, desencadenada por experiencias profundamente conmovedoras o profundas. Estos videos se obtuvieron de ChillsDB, una base de datos de contenido audiovisual previamente identificado para provocar escalofríos. Un vídeo tenía como objetivo impactar directamente el autoesquema a través de contenido motivacional, mientras que el otro fue diseñado para evocar sentimientos prosociales, y se ha demostrado que ambos provocan escalofríos en la mayoría de los espectadores.

Antes y después de la exposición del video, los participantes completaron evaluaciones utilizando el Inventario de Avance Emocional (EBI) y el Cuestionario de Esquemas Positivos para Jóvenes (YPSQ). El EBI midió las respuestas emocionales de los participantes, similares a las informadas en experiencias psicodélicas, centrándose en avances en el procesamiento de emociones difíciles. El YPSQ evaluó los cambios en las creencias positivas sobre uno mismo, analizando específicamente factores como la autoaceptación y la vergüenza.

Aproximadamente la mitad de los participantes informaron haber experimentado escalofríos en respuesta a los estímulos seleccionados. Este grupo no sólo informó un avance emocional significativo, según lo medido por el EBI, sino que también demostró una mejora en la autoaceptación, según el YPSQ.

La relación entre la intensidad de los escalofríos experimentados y el grado de avance emocional informado por los participantes fue estadísticamente significativa. Aquellos que informaron escalofríos más fuertes también describieron mayores percepciones emocionales, lo que sugiere un efecto similar a la dosis-respuesta donde las experiencias estéticas más intensas podrían conducir a beneficios psicológicos más profundos.

Experimentar escalofríos provocó un aumento tanto de la valencia emocional (la positividad o negatividad del estado emocional) como de la excitación (el nivel de activación emocional o excitación). Esto indica que los escalofríos no sólo elevan el estado de ánimo, sino que también involucran al individuo en un mayor nivel de intensidad emocional.

Es importante destacar que los estados emocionales de los participantes antes de la exposición a los estímulos no predijeron su probabilidad de experimentar escalofríos, lo que sugiere que la capacidad de respuestas tan profundas no está limitada por la condición emocional inicial.

Los hallazgos sugieren que la experiencia de escalofríos estéticos puede imitar algunos de los beneficios psicológicos de la psicoterapia asistida por psicodélicos sin la necesidad de ingerir drogas y sus riesgos asociados. Esto abre una vía prometedora para intervenciones terapéuticas que podrían complementar los tratamientos existentes para la depresión, ofreciendo un método no invasivo y de fácil acceso para cambiar potencialmente las creencias desadaptativas fundamentales y mejorar el bienestar emocional.

A pesar de estos resultados prometedores, el estudio incluye algunas limitaciones importantes, incluida la naturaleza autoinformada de los datos y el tamaño de muestra relativamente pequeño y homogéneo. Estos factores subrayan la necesidad de realizar más investigaciones para validar y ampliar estos hallazgos. Los estudios futuros podrían explorar poblaciones más grandes y diversas y emplear medidas objetivas adicionales para profundizar nuestra comprensión de cómo los escalofríos estéticos podrían contribuir al tratamiento de la depresión y otras afecciones de salud mental.

“Los escalofríos estéticos pueden ser una vía prometedora para futuras intervenciones terapéuticas y ofrecer un medio no farmacológico y de fácil acceso para inducir estados psicoplastógenos. Este estudio preliminar sugiere que los estímulos que inducen escalofríos pueden tener el potencial de afectar el esquema central de los pacientes deprimidos, específicamente en términos de vergüenza y autoaceptación”, concluyeron los investigadores.

“El mecanismo de acción durante la respuesta de escalofríos puede parecerse a la forma de percepción inducida por la experiencia psicodélica y psicoterapéutica, lo que lleva a resultados positivos similares para el sujeto. Sin embargo, se necesita más investigación para comprender completamente los efectos inmediatos y a largo plazo de los escalofríos en la depresión y otras enfermedades dopaminérgicas o relacionadas con la recompensa”.

Fuente: BMC Psychiatry

Articulo original: Titulo: “Aesthetic chills mitigate maladaptive cognition in depression”. Autores: Felix Schoeller, Abhinandan Jain, Vladimir Adrien, Pattie Maes y Nicco Reggente.

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