La generosidad genuina es algo muy especial. No se trata de ‘dar para recibir’. Se trata de dar sin condiciones, sin condiciones.
Entonces, la Navidad se trata de dar libremente … con alegría … compartir lo que tienes, lo que te ha sido regalado … cosas, tiempo, dinero, experiencia, sabiduría, atención, cariño … ¡incluso la vida misma!
No es necesario creer completamente en la historia que nos han contado sobre de Navidad para beneficiarse de la idea de que un universo generoso se le ha dado a la humanidad, a todos nosotros, con ejemplos de personas preparadas para aceptar el dolor, la humillación y la muerte al servicio de la verdad, la justicia, la compasión y amor.
La Navidad es un recordatorio de que la generosidad no tiene límites. Así que, por favor, no pienses en reprimirte ni reprimir a los demás.
El equipo de Psicología al Día te desea una Navidad en armonía con tus seres queridos.