En un estudio publicado en el Journal of Applied Psychology, los investigadores descubrieron que los roles ocupacionales explican una parte significativa de la variación en los rasgos de personalidad, revelando perfiles de personalidad distintos en 263 ocupaciones diferentes.
Comprender cómo se relacionan los rasgos de personalidad con las ocupaciones específicas es fundamental para la orientación profesional, el coaching y las prácticas de contratación organizacional. Aunque estudios anteriores han explorado la personalidad en diversas categorías humanas, como el género y la edad, relativamente pocos han examinado exhaustivamente las diferencias entre ocupaciones.
Basándose en el modelo de personalidad de los Cinco Grandes, Kätlin Anni y sus colegas buscaron mejorar la investigación existente sobre los rasgos ocupacionales, que a menudo carecía de profundidad metodológica y comparaciones transculturales. Si bien los estudios anteriores se habían centrado principalmente en datos autodeclarados, esta investigación incorporó tanto autoinformes como calificaciones de informantes, lo que proporcionó una visión más holística de los rasgos de personalidad en varias profesiones. Este enfoque dual reconoce que las percepciones de los rasgos de personalidad pueden variar según quién los evalúe (uno mismo u otros) y que un solo método puede pasar por alto detalles importantes relevantes para el desempeño laboral y la adecuación a la carrera profesional.
Este estudio utilizó datos del Biobanco de Estonia, en el que participaron 68.540 adultos que completaron una evaluación integral de la personalidad que incluía 198 preguntas diseñadas para captar rasgos de personalidad generales y específicos. Estas preguntas evaluaban no solo los cinco grandes dominios (extroversión, neuroticismo, apertura, amabilidad y escrupulosidad), sino también “matices” más sutiles dentro de estos rasgos, como la curiosidad, la sociabilidad, la precisión y la resiliencia emocional.
Cada participante proporcionó información sobre su ocupación principal, que luego se codificó sistemáticamente utilizando la Clasificación Internacional Uniforme de Ocupaciones (CIUO-08). El estudio también incorporó las calificaciones de los informantes de contactos cercanos (cónyuges, amigos, familiares) de 19.989 participantes, lo que ofreció una perspectiva adicional sobre los rasgos de personalidad de cada individuo.
Se excluyeron las ocupaciones con menos de 25 participantes para evitar resultados poco fiables a partir de muestras de tamaño reducido. En los casos en que las ocupaciones específicas superaban los 1.000 participantes, se seleccionó un subconjunto aleatorio de 1.000 para mantener el equilibrio entre los grupos. Además, dado que los participantes podían responder en estonio o en ruso, solo se conservaron las respuestas completadas en estonio para evitar confundir posibles diferencias lingüísticas con diferencias de personalidad o de grupo ocupacional.
Los resultados revelaron que las ocupaciones explicaban entre el 2% y el 7% de la varianza en los cinco grandes dominios de la personalidad. En general, los grupos ocupacionales con demandas de personalidad específicas mostraron claras diferencias en los rasgos de personalidad. Por ejemplo, quienes se desempeñaban en profesiones sociales como ventas y atención al cliente obtuvieron una puntuación más alta en extroversión, lo que sugiere que las personalidades extrovertidas podrían prosperar en esos roles.
Por otra parte, las personas que trabajan en investigación, tecnología y otros campos analíticos mostraron puntuaciones elevadas en apertura, lo que refleja rasgos asociados con la curiosidad, la creatividad y la adaptabilidad. Los profesionales de la salud y los gerentes mostraron niveles más altos de escrupulosidad, acorde con roles que suelen exigir organización, confiabilidad y atención al detalle.
El estudio también identificó diferencias significativas en “matices de personalidad” específicos dentro del marco de los Cinco Grandes, como rasgos relacionados con la curiosidad, el compromiso social o la meticulosidad. Por ejemplo, mientras que rasgos amplios como la extroversión reflejaban la sociabilidad general, matices más específicos dentro de este dominio diferenciaban a los individuos que prosperaban en roles altamente interactivos (como las ventas) frente a los más adecuados para el trabajo concentrado y solitario (como la investigación). Algunos de estos rasgos matizados variaban incluso más entre ocupaciones que los propios cinco grandes dominios, lo que explicaba hasta el 12% de la variación en los perfiles de personalidad ocupacional.
Las ocupaciones vinculadas con un mayor desempeño laboral tendían a mostrar una mayor homogeneidad en rasgos específicos, en particular aquellos asociados con la estabilidad emocional y la responsabilidad. Esto sugiere que los roles selectivos tienden a atraer o retener a individuos con perfiles de personalidad similares, lo que conduce a rasgos más consistentes dentro de estas profesiones.
Los autores señalan que el estudio se basó en un único contexto cultural (Estonia), lo que puede limitar la generalización de los hallazgos a diversos entornos socioculturales. Las diferencias en la selección ocupacional y las expectativas laborales en otras regiones pueden dar lugar a perfiles de rasgos variados.
En general, estos hallazgos destacan que los perfiles de personalidad ocupacional no solo son consistentes en todos los métodos de evaluación, sino que también coinciden con las expectativas teóricas. Destacan que las evaluaciones de personalidad detalladas pueden mejorar significativamente la adecuación entre persona y puesto de trabajo.
Fuente: Journal of Applied Psychology
Articulo original:
Título: “Personality Profiles of 263 Occupations”,
Autores: Kätlin Anni, Uku Vainik y René Mõttus.