¿Dormir para conservar recuerdos viejos?

Con el paso del tiempo, muchos recuerdos del pasado lejano tienden a desvanecerse poco a poco en nuestra memoria. Otros, en cambio, se conservan con asombrosa nitidez. Una nueva investigación ha explorado esta cuestión, teniendo en cuenta el papel que el sueño tiene en los procesos que organizan la conservación de recuerdos.

El equipo de Maksim Bazhenov, de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos), ha utilizado modelos informáticos capaces de simular diferentes estados del cerebro, como el sueño y la vigilia, para examinar cómo el sueño consolida los recuerdos recién codificados e impide que se deterioren los recuerdos viejos.

El cerebro está muy ocupado cuando dormimos, procesando lo que hemos vivido y aprendido durante el día. El sueño ayuda a reorganizar los recuerdos y los almacena de la manera más eficiente en cada ocasión. En palabras de Bazhenov, los resultados del nuevo estudio sugieren que los recuerdos son dinámicos, no estáticos. Dicho de otro modo, los recuerdos, incluso los viejos, no son definitivos. El sueño va realizando en ellos tareas de mantenimiento. Todo apunta a que durante el ciclo de sueño, tanto los viejos como los nuevos recuerdos se rememoran espontáneamente, lo que evita el olvido y aumenta la eficiencia de su almacenamiento y accesibilidad.

Bazhenov explica que rememorar recuerdos durante el sueño desempeña un papel protector contra el olvido al permitir que las mismas poblaciones de neuronas almacenen múltiples recuerdos que podrían interferir unos con otros. «Aprendemos muchas cosas nuevas a diario y esos recuerdos compiten con los viejos recuerdos. Para acomodar todos los recuerdos, necesitamos dormir».

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Dormir es vital para muchas funciones del cerebro. Una de ellas, a juzgar por los resultados del nuevo estudio, es el mantenimiento de recuerdos viejos. (Foto: Amazings / NCYT)

Los resultados del estudio podrían llevar a desarrollar nuevas técnicas de estimulación durante el sueño para mejorar la memoria y el aprendizaje, en opinión de Bazhenov. Esto puede ser particularmente importante en gente de la tercera edad o en las personas que sufren de dificultades de aprendizaje.

En la investigación también han trabajado Oscar González, Yury Sokolov, Giri Krishnan y Jean Erik Delanois, todos de la Universidad de California en San Diego. (Fuente: NCYT de Amazings)

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