¿La comida rápida está ligada con la depresión?.
Aunque la evidencia es preliminar, un estudio único sugiere que el consumo de comida rápida puede estar relacionado con la depresión. En una nueva revisión, investigadores australianos estudiaron a los habitantes que viven en islas en el área del estrecho de Torres.
Un equipo de investigación de Universidad James Cook dirigido por los profesores Zoltan Sarnyai y Robyn McDermott examinó el vínculo entre la depresión y la dieta en una isla del estrecho de Torres, donde hay comida rápida, y en una isla más aislada, que no tiene tiendas de comida rápida.
El Dr. Maximus Berger, el autor principal del estudio, dijo que el equipo entrevistó a unas 100 personas en ambas islas.
“Les preguntamos sobre su dieta, los examinamos para determinar sus niveles de depresión y tomamos muestras de sangre. Como era de esperar, las personas en la isla más aislada sin establecimientos de comida rápida reportaron un consumo de mariscos significativamente mayor y un consumo de alimentos para llevar más bajo en comparación con las personas de la otra isla «, dijo Berger.
Los investigadores identificaron a 19 personas con síntomas depresivos de moderados a graves: 16 eran de la isla donde se puede conseguir comida rápida, y solo tres de la otra isla.
«Las personas con síntomas depresivos mayores eran más jóvenes y tenían un mayor consumo de comida para llevar», comentó Berger.
Los investigadores analizaron las muestras de sangre en colaboración con investigadores de la Universidad de Adelaide y encontraron diferencias entre los niveles de dos ácidos grasos en personas que vivían en las islas respectivas.
«El nivel del ácido graso asociado con la depresión y que se encuentra en muchos alimentos para llevar fue mayor en las personas que viven en la isla con acceso fácil a la comida rápida, el nivel del ácido graso asociado con la protección contra la depresión y que se encuentra en los mariscos fue mayor» en la otra isla ”, dijo Berger.
Berger explica que la concentración y el tipo de ácidos grasos es una variable importante.
Las dietas occidentales contemporáneas tienen una gran cantidad de ácidos grasos unidos a la depresión (PUFA n-6) y una carencia relativa de los ácidos grasos que combaten la depresión (LCPUFA n-3).
Sarnyai comparte que la depresión afecta a aproximadamente una de cada siete personas en algún momento de sus vidas.
«La depresión es compleja, también está vinculada a factores sociales y ambientales, por lo que no hay una cura mágica, pero nuestros datos sugieren que una dieta rica en LCPUFA n-3 que es provista por los mariscos y baja en PUFA n-6 tal como se encuentra en muchos alimentos para llevar, puede ser beneficioso «, comentó Sarnyai.
Sarnyai dijo que con los datos disponibles actualmente es prematuro llegar a la conclusión de que la dieta puede tener un impacto duradero en el riesgo de depresión, pero pidió que se haga un mayor esfuerzo para brindar acceso a alimentos saludables.
«Debe ser una prioridad y puede ser beneficioso no solo para la salud física sino también para la salud mental y el bienestar», concluyó Sarnyai.
Fuente: James Cook University