Los investigadores han descubierto que las personas que tienen miedo de una cosa a menudo también se asustan de cosas similares, un proceso conocido como generalización del miedo. La terapia de exposición, en la que las personas se exponen gradualmente a lo que temen de forma controlada, es el mejor tratamiento que tenemos, ya que le enseña al cerebro que lo que teme ya no es una amenaza. Esta terapia no sólo reduce el miedo a aquello a lo que está dirigida, sino que también puede disminuir el miedo a otras cosas similares. Por ejemplo, tratar el miedo a las arañas también podría reducir el miedo a las cucarachas.
Iris Kodzaga y sus colegas investigaron si este efecto puede aplicarse a miedos completamente diferentes, como tratar el miedo a las arañas para ayudar con el miedo a las alturas, para comprender cuán amplia y efectiva puede ser esta terapia. Esta investigación fue publicada en Translational Psychiatry.
Un proceso de selección telefónica identificó a personas de entre 18 y 40 años que informaron tener miedo a las arañas y a las alturas, excluyendo a aquellos con afecciones psicológicas agudas o tratamientos en curso. Este proceso redujo el grupo de participantes a una muestra final de 50, divididos en grupos de exposición y control.
Los materiales utilizados en el estudio incluyeron una araña doméstica no venenosa y una torre de iglesia de 72 metros para los estímulos que inducen miedo, junto con varias herramientas de diagnóstico y evaluación como el Mini-DIPS, el Inventario de depresión II de Beck y el Cuestionario de Miedo a las Arañas. Las pruebas de enfoque conductual (BAT, por sus siglas en inglés) evaluaron conductas de miedo y evitación hacia las arañas y las alturas.
El estudio comenzó con la selección y el reclutamiento iniciales, seguido de una fase de evaluación previa en la que los participantes completaron entrevistas y cuestionarios de diagnóstico, y se sometieron a BAT para evaluar el miedo a las arañas y alturas para establecer niveles básicos de miedo. Luego, el grupo de exposición recibió una terapia basada en el protocolo de Öst, que implica 14 pasos de proximidad creciente a la araña, monitoreados por la Unidad Subjetiva de Escala de Angustia.
Una evaluación posterior para este grupo implicó repetir las BAT y los cuestionarios para medir los cambios en las conductas de miedo y evitación. El grupo de control se sometió a un proceso similar, pero sin la terapia de exposición, para evaluar el impacto del tiempo y la repetición de tareas únicamente.
La terapia de exposición redujo significativamente el miedo y las conductas de evitación en personas con miedo a las arañas, y se observaron mejoras tanto en los niveles subjetivos de miedo como en las puntuaciones de comportamiento durante la aplicación del BAT del miedo a las arañas. Estos efectos no sólo se limitaron al miedo a las arañas tratado, sino que también se generalizaron al miedo a las alturas no tratado.
Tanto el grupo de exposición como el de control exhibieron un mayor comportamiento de aproximación a las alturas, pero el grupo de exposición mostró una reducción más sustancial del miedo, como lo demuestran las menores calificaciones de miedo subjetivo y las puntuaciones del Cuestionario de Acrofobia. Esto indica que la terapia de exposición no sólo aborda directamente miedos específicos, sino que también tiene un impacto más amplio en la reducción de miedos relacionados y no tratados, lo que demuestra su eficacia para abordar la generalización del miedo.
Los estudios futuros deberían replicar estos hallazgos en diversos trastornos de ansiedad e incluir seguimientos a largo plazo para evaluar la durabilidad de estos efectos de generalización.
Fuente: Translational Psychiatry
Articulo original: Titulo: “Generalization of beneficial exposure effects to untreated stimuli from another fear category”. Autores: Iris Kodzaga, Ekrem Dere y Armin Zlomuzica.