Por qué algunas personas odian abrir regalos enfrente de otras

De acuerdo con Stefan Hofmann, profesor de psicología de la Universidad de Boston, y Mark Leary, profesor de psicología y neurociencias de la Universidad de Duke, la explicación de por qué algunas personas odian abrir regalos enfrente de otras es debido a una manifestación ordinaria de ansiedad social, o la inquietud de cómo somos percibidos y evaluados por otros.
«La situación no es muy distinta de otras que encontramos en la vida diaria que involucren una intensa atención social, ambigüedad, y la posibilidad de no manejar la situación correctamente», dijo Leary, que ha estudiado la ansiedad social por casi 40 años. «Como cuando nos tenemos que presentar y decir algo sobre nosotros ante un grupo de gente nueva, o sentarnos estúpidamente mientras los meseros de un restaurante nos cantan «Las Mañanitas».
Así que revisemos algunas de las razones que hacen que abrir regalos frente a amigos y familia ponga tan ansioso al abridor – sea durante los días festivos, fiestas de cumpleaños, un baby shower, o cualquier tipo de reunión.
A algunos no les gusta ser el centro de atención
«Los observadores están muy atentos a tus reacciones», dijo Leary . «Ser el centro de atención de todos siempre incrementa las expectativas interpersonales».
Continuó: «Esto puede ser peor para los introvertidos, que tienden a disfrutar menos de la atención, pero todos se ponen a la defensiva cuando hay mucha gente observando».
«Abrir regalos es una situación muy ambigua», agregó Leary. «Las personas nunca pueden estar seguras de cómo sucederán ciertas cosas o si reaccionan apropiadamente a lo que sea que reciban».
Se siente como si tus reacciones fueran juzgadas por todos los demás
«No sólo es el acto de abrir un regalo, también está la respuesta emocional al hecho de que otras personas estén evaluando cuidadosamente si el regalo te gustó o no», dijo Hofmann, director del programa de ansiedad social de la Universidad de Boston.
«La persona está bajo los reflectores», añadió. «Se espera que se sorprendan y alegren».
Puede ser incómodo sin importar que te guste el regalo
«Todos quieren verse agradecidos, pero uno siempre corre el riesgo de no demostrar un nivel suficiente de agradecimiento», agregó Leary. «O peor aún, no controlar la confusión, consternación, o falta de entusiasmo si un regalo resulta extraño, inexplicable o simplemente aburrido».
«A la gente le preocupa no responder de acuerdo con las expectativas del regalador e incluso herir sus sentimientos» comentó Leary.
Ambos expertos  aseguraron que sentir ansiedad en este tipo de situaciones es totalmente normal. De hecho, es parte de lo que nos hace humanos.
«Si nunca experimentamos ansiedad social, fallaremos en muchos encuentros sociales de modos que violen las normas sociales, den malas impresiones a otros, y molesten o hieran a otras personas», explicó Leary.
«De hecho, es una señal de que nos importa lo que otras personas piensen, y en el contexto de recibir regalos y demostrar impresiones, no es algo malo».
Sólo debería preocuparte si la ansiedad social interfiere con tu vida de manera tan significativa que requiera diagnóstico clínico, dijo Hofmann.
«Sólo porque te incomoda abrir regalos una vez al año no te hace cumplir los requerimientos de un desorden de ansiedad social», comentó Hofmann.
«Intenta quedarte en el presente y disfrutar la ocasión», recomienda Hofmann. «Recibir y dar regalos es una tradición antigua que demuestra cariño y amabilidad. Preocuparte por la impresión que puedas dar o por lo que otros piensen solo arruina la experiencia. Mi recomendación es: Disfruta el momento y siente el amor».
Fuente: www.huffingtonpost.com.mx

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