Todo el mundo tiene momentos en los que su mente no se concentra en alguna tarea. Por ejemplo, es posible que estés escuchando a alguien hablar en una reunión o clase y tu mente divague sobre tus planes para la cena. Al respecto, la investigación sugiere que entre el 30% y el 50% de nuestros pensamientos diarios se dedican a este tipo de divagación mental, y que la divagación excesiva de la mente puede conducir a muchos resultados negativos, como un rendimiento más bajo en las pruebas estandarizadas y una menor memoria de información.
«Si bien distraerse durante unos minutos durante una reunión puede no afectar mucho, puede repercutir negativamente si se prolonga durante largos períodos de tiempo», dice Lynley Turkelson, estudiante de doctorado de la Universidad de Cincinnati y autora principal de un nuevo estudio sobre la atención plena y la mente errante publicada en el Journal of Cognitive Enhancement.
“Cuando surgen pensamientos o sentimientos que nos distraen, la atención plena nos ayuda a dejarlos a un lado y reenfocarnos en lo que está justo frente a nosotros”, comenta Turkelson.
Los métodos para practicar la atención plena varían, pero incluyen prácticas como la respiración y la meditación.
Por ejemplo, dice Turkelson, uno puede practicar la atención plena prestando atención a la experiencia de comer una comida favorita: «Puede comenzar por notar el olor de la comida antes de comerla, cómo se siente al morderla, como se siente en la boca y su sabor”. O quizás prestas atención al flujo de aire que entra y sale de tus pulmones o en las sensaciones que experimentas en varias partes del cuerpo «.
Lo que encontraron los investigadores es que si bien la atención plena (la capacidad de enfocar intencionalmente la atención en el momento presente) puede ser efectiva para reducir el divagar de la mente, los resultados difieren según la metodología de investigación. Por ejemplo, las personas a veces no se dan cuenta cuando están distraídas, por lo que pedirles que informen sobre sus divagaciones no es confiable. Los resultados del estudio muestran que es mejor medir el divagar de la mente de otras formas, como mediante el uso de pruebas por computadora.
“Durante COVID, las personas se han enfrentado a más distracciones de lo normal, por lo que es importante encontrar formas basadas en la investigación para disminuir la distracción mental y mejorar la atención”, agrega Turkelson.
Turkelson dice que su revisión sistemática analiza la investigación sobre este tema y sintetiza los resultados para que los investigadores sepan cuán consistentes son estos hallazgos, así como lo que aún debe estudiarse para mejorar nuestra comprensión de cómo la atención plena ayuda a divagar la mente.
Fuente: Universidad de Cincinnati
Publicación original:
“The Current State of Mind: a Systematic Review of the Relationship Between Mindfulness and Mind-Wandering” by Lynley Turkelson et al. Journal of Cognitive Enhancement