Un estudio reciente realizado en los Países Bajos encontró que las personas que eran más conscientes, lo que significa que eran mejores para ser conscientes de sus pensamientos y sentimientos sin juzgarlos, tenían más facilidad para tratar con extraños durante tareas estresantes. A las personas con las que interactuaban también les gustaban más las interacciones en comparación con aquellas que eran menos conscientes. El estudio fue publicado en el Journal of Social and Personal Relationships.
La atención plena como rasgo se refiere a la inclinación o tendencia natural de un individuo a ser consciente de sus pensamientos, emociones, sensaciones y entorno actuales sin juzgarlos y aceptarlos. Las personas con niveles más altos de atención plena tienen más probabilidades de mantenerse concentradas en el momento actual, observando sus experiencias sin volverse demasiado absortas o reactivas. Este rasgo se caracteriza por una mayor capacidad para desprenderse de patrones de pensamiento automáticos y abordar situaciones con apertura y curiosidad. A menudo se asocia con una mayor regulación emocional, una reducción del estrés y un mejor bienestar general.
La atención plena también puede inducirse temporalmente como estado. Se puede capacitar a las personas para que se capaciten en la atención plena a través de la mediación. Numerosos estudios han indicado que los beneficios intrapersonales que produce la atención plena se extienden al ámbito interpersonal. Por ejemplo, las personas conscientes tienden a ser más cooperativas con los demás y a mostrar menos prejuicios.
El autor del estudio, Kim Lien van der Schans, y sus colegas querían saber cómo la atención plena como rasgo se asocia con interacciones reales con los demás. Realizaron un estudio en el que organizaron interacciones interpersonales estresantes entre parejas de extraños en su laboratorio. Su expectativa era que las personas con altos niveles de atención plena se sintieran menos angustiadas por tales interacciones y que les agradaran más.
En el estudio participaron 134 mujeres de la Universidad Radboud de Nimega, en los Países Bajos. Fueron emparejados en 67 parejas. Los participantes recibieron créditos del curso o un pequeño pago por participar. Los investigadores eligieron sólo mujeres para minimizar la influencia del género.
Los participantes primero completaron un cuestionario sobre sus rasgos de atención plena. Luego, los emparejaron con alguien que no conocían y tuvieron que completar juntos una tarea estresante. La tarea comenzó con ellos parándose muy cerca uno del otro y presentándose. Luego, se trasladaron a lados opuestos de la habitación e informaron sus niveles de estrés. Después de eso, trabajaron juntos en una tarea en la que una persona tenía que mantener un puntero dentro de un círculo sostenido por la otra persona sin tocar los bordes del círculo.
Después de la tarea, los participantes compartieron cuánto les gustó la interacción, qué tan atento fue su pareja, qué tan cómodos se sintieron durante la presentación y qué tan bien su pareja manejó los errores.
Los resultados mostraron que las personas con mayores rasgos de atención plena informaron sentirse menos estresados después de la interacción. También dijeron que les gustó más la interacción, encontraron a su pareja más atenta, se sintieron más cómodos durante la presentación y pensaron que su pareja manejaba mejor los errores.
Curiosamente, los niveles de estrés que sentían los participantes no estaban relacionados con lo conscientes que eran sus parejas. Sus parejas no consideraban que las personas con un alto nivel de atención plena estuvieran más o menos atentas, ni mejores o peores en el manejo de la tarea y los errores. Sin embargo, las parejas de personas conscientes mencionaron que, en promedio, les gustó un poco más la interacción en comparación con las parejas de personas menos conscientes.
“En nuestro estudio descubrimos que si tienes un alto rasgo de atención plena, generalmente puedes tener experiencias de interacción más positivas, pero eso no es necesariamente cierto para tus compañeros de interacción. Nuestro estudio destaca la importancia de un enfoque diádico en el estudio de la atención plena en el comportamiento social. Si bien el rasgo de atención plena podría afectar considerablemente el comportamiento social autoinformado, es posible que no se manifieste con fuerza en situaciones interpersonales reales”, concluyeron los autores del estudio.
El estudio arroja luz sobre los vínculos entre la atención plena y las interacciones interpersonales. Sin embargo, cabe señalar que todos los participantes del estudio eran mujeres jóvenes. Además, todas las evaluaciones se basaron en autoinformes. Es posible que los resultados en hombres y otros grupos de edad no sean los mismos.
Fuente: Journal of Social and Personal Relationships
Articulo original: “Through mindful colored glasses? The role of trait mindfulness in evaluating interactions with strangers”. Autores: Kim Lien van der Schans, Janne AM van Kraaij y Johan C Karremans.