Todos conocemos a alguien con preferencias alimentarias inusuales o extremas. Tal vez vierten sal sobre todo. Tal vez comen pastel para la cena. O bien, pueden pedir el máximo picante en todas sus comidas.¿Son simplemente preferencias? ¿O podrían revelar algo más sobre nuestra personalidad? En un artículo reciente, Spence (2022) revisó la investigación actual sobre la personalidad y las preferencias alimentarias, descubriendo nueve cosas que nuestros gustos pueden revelar sobre nuestra personalidad. Basado en la investigación, si quieres …
- Comida amarga, puedes ser una persona amargada. En otras palabras, puede tener mayores niveles de rasgos antisociales o psicopáticos. Un estudio encuestó a 953 estadounidenses y encontró que después de controlar las preferencias por los sabores dulces, agrios y salados, las preferencias por los alimentos amargos predijeron rasgos antisociales, específicamente psicopatía, agresión y especialmente sadismo cotidiano, o experimentar placer del dolor de otras personas en la vida cotidiana. Además, la preferencia por el sabor amargo se asoció negativamente con la amabilidad. Esta preferencia va en contra de los instintos biológicos, ya que la amargura a menudo indica toxicidad. Los investigadores, por lo tanto, sugieren que las preferencias amargas podrían ser aprendidas. Por ejemplo, las personas que son más psicópatas pueden disfrutar de alimentos amargos debido a lo desagradable que la comida causa a otros. Además, se ha encontrado que comer alimentos amargos en estudios anteriores causa hostilidad.
- Comida dulce, puedes ser un amor. En contraste directo con las preferencias amargas, las preferencias por la dulzura se asocian con una mayor prosocialidad. Estereotipamos aún más a aquellos que tienen un diente dulce como más amables. Al igual que con la comida amarga, existe una relación bidireccional entre la comida dulce y la personalidad, de modo que comer alimentos dulces puede hacer que seamos más agradables y serviciales. Los investigadores señalan que la dulzura es universalmente reconfortante y gratificante, y que a menudo llamamos a nuestros seres queridos apodos dulces como «cariño», «pastel dulce» y «bollo de miel».
- Comida saludable, puede ser más abierto, extrovertido o concienzudo, o puede ser más feliz. Un estudio de más de 1,000 adultos jóvenes encontró que comer frutas y verduras estaba relacionado con una mayor apertura, extraversión y, en menor medida, conciencia; pero no el neuroticismo o la amabilidad. Los investigadores sugieren que ser más inteligente, curioso y social puede traducirse en una alimentación más saludable, tal vez porque las personas con estos rasgos están más dispuestas a experimentar con diferentes frutas y verduras. Además, un estudio separado encontró que las personas que estaban en un estado de ánimo más positivo preferían alimentos más saludables.
- Comida picante, puede indicar una mayor búsqueda de sensaciones y testosterona salival. Hay algo emocionante en empujarse al límite. En muchas culturas, los hombres son más propensos a ser empujados a tales extremos cuando se trata de picante. En consecuencia, un estudio de laboratorio de 114 hombres encontró que aquellos con mayor testosterona salival usaban más salsa tabasco en su puré de papas.
- Los alimentos potencialmente peligrosos, como el alcohol o los mariscos, pueden ser más grandes en la búsqueda de sensaciones. Un estudio de 303 participantes encontró a través de cuestionarios que las personas que prefieren alimentos/bebidas potencialmente peligrosos (es decir, alimentos que podrían enfermarnos), incluidos el alcohol y los mariscos, tenían una mayor búsqueda de sensaciones.
- Los alimentos blandos, o los alimentos menos propensos a enfermarnos, puede indicar personas más bajas en la búsqueda de sensaciones. Como era de esperar, el mismo estudio encontró que las personas que prefieren alimentos blandos o «seguros» (es decir, alimentos que no nos enfermarían), como el pan y el maíz, tenían menos búsqueda de sensaciones.
- Cafeína, puede indicar mayor búsqueda de sensaciones. Un estudio de laboratorio de 20 adultos encontró que las preferencias por la cafeína predijeron una mayor búsqueda de sensaciones, tal vez debido a los efectos estimulantes de la cafeína.
- Comida salada, puede indicar personas en búsqueda de novedades. Desafortunadamente, este curioso hallazgo no ha sido explicado y debería ser replicado en futuros estudios.
- Menos alimentos, puede indicar a personas más ansiosas. La alimentación quisquillosa refleja personalidades ansiosas. Un estudio de 318 estudiantes universitarios encontró que las personas más ansiosas tenían un mayor número de aversiones a los alimentos, tal vez debido al neuroticismo y la falta de «control emocional». Las aversiones alimentarias más comunes en este estudio (fuera de una lista de verificación) fueron cerebros, suero de leche y riñones. Los comedores quisquillosos también pueden ser supercatadores, o personas que tienen más papilas gustativas y, por lo tanto, experimentan sabores con mayor intensidad.
En general, estos hallazgos indican la importancia de la personalidad en nuestras preferencias alimentarias y podrían conducir a formas efectivas de alentar a las personas a comer alimentos más saludables. Por ejemplo, si alguien se niega a probar nuevos alimentos saludables, uno podría apuntar específicamente a su ansiedad u otras emociones negativas. Si alguien tiene el hábito de ingerir demasiada cafeína, uno podría ayudarlo a encontrar nuevas fuentes de emoción. Por otro lado, si deseamos que alguien sea más agradable, podríamos darle algunas galletas.
Sin embargo, hay algunas lagunas en esta investigación. Primero, los estudios deben examinar si estas relaciones son consistentes en todas las culturas, ya que la cultura da forma a nuestras preferencias alimentarias. Por ejemplo, en algunas culturas, los alimentos picantes y amargos son una parte normal de la dieta. En segundo lugar, la mayoría de estos estudios se centran en el sabor, mientras que nuestras preferencias por la textura también pueden reflejar nuestras personalidades. Con suerte, los estudios futuros investigarán estas preguntas.
Referencias:
Spence, C. (2022). What is the link between personality and food behavior? Current Research in Food Science, 5, 19-27. https://doi.org/10.1016/j.crfs.2021.12.001