¿Quieres una vejez más saludable y feliz?

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Cuando los adultos mayores se vuelven más sedentarios, su calidad de vida en general se ve afectada, advierte una investigación reciente.

Quedarse quieto es su enemigo, sugiere un nuwvo estudio. Incluso caminar lento puede ayudar a mejorar su salud mental y física, dicen los investigadores británicos que siguieron a más de 1,400 adultos de 60 años en adelante.

«Nos pusimos en marcha para observar si las personas que redujeron sus niveles de actividad física o aumentaron su tiempo sentado en sus años mayores tenían una peor calidad de vida más adelante», dijo el autor principal del estudio, el Dr. Dharani Yerrakalva.

La respuesta a ambas preguntas fue sí, dijo Yerrakalva, becaria doctoral del Departamento de Salud Pública y Atención Primaria de la Universidad de Cambridge

Esto realmente importa, dijeron ella y sus colaboradores, y anotaron que investigaciones anteriores sugieren que a medida que la calidad de vida empeora, el riesgo de hospitalización aumenta. También lo hace el riesgo de una muerte prematura.

Connie Diekman es consultora de alimentos y nutrición y ex presidenta de la Academia de Nutrición y Dietética. Dijo que los hallazgos sirven como una «fuerte confirmación de lo que la mayoría de las organizaciones de salud recomiendan: mantenerse físicamente activo para mantener el cuerpo y la mente sanos».

«La actividad regular ayuda a las personas a sentirse vitales, fuertes y ansiosas por seguir disfrutando de la vida», dijo Diekman, que no formó parte del estudio.

Hay varias formas en que las mejoras en nuestras conductas físicas podrían ayudar a mantener una mejor calidad de vida, anotó Yerrakalva. «Por ejemplo, más actividad física reduce el dolor en condiciones comunes como la osteoartritis. Y sabemos que ser más activo físicamente mejora la fuerza muscular, lo que permite que los adultos mayores continúen cuidándose a sí mismos», dijo

«De manera similar, la depresión y la ansiedad se vinculan con la calidad de vida, y pueden mejorarse al ser más activos y menos sedentarios», añadió Yerrakalva.

Los investigadores se centraron en 1,433 adultos ingleses que originalmente se inscribieron en un estudio sobre el cáncer. Rastrearon las rutinas de actividad y evaluaron la calidad de vida, incluida la capacidad de moverse, cuidarse y participar en actividades cotidianas básicas. También notaron los niveles generales de dolor y el estado de ánimo.

Las pautas en los Estados Unidos y el Reino Unido recomiendan que los adultos registren al menos 150 minutos de actividad moderadamente intensa a la semana.

Los niveles de actividad y las evaluaciones de salud se realizaron en el momento de la inscripción, en algún momento entre 2006 y 2011. Para medir la actividad, los participantes usaron acelerómetros en la cadera durante una semana.

La calidad de vida se evaluó sobre la base de una puntuación de 0 a 1, donde 0 significa la peor y 1 indica la mejor.

Evaluaciones similares se llevaron a cabo seis años después, en promedio. En ese momento, los hombres y las mujeres pasaban unos 24 minutos menos cada día (en promedio) realizando actividad física moderada o vigorosa.

Durante el mismo período de tiempo, los niveles de inactividad se dispararon aproximadamente 33 minutos al día entre los hombres y 38 minutos al día entre las mujeres.

Los investigadores determinaron que por cada reducción de 15 minutos en la actividad, la calidad de vida se redujo casi a la mitad.

Los investigadores vincularon de manera similar el aumento de la conducta sedentaria con el empeoramiento de la calidad de vida. Por cada 15 minutos adicionales que las personas mayores pasaron sentadas, ya sea viendo televisión o leyendo, los puntajes de calidad de vida cayeron un promedio de 0.18.

Y el equipo encontró que las personas mayores que aumentaron sus niveles de actividad (aunque redujeron el tiempo de teleadicto) terminaron con una mejor calidad de vida al final del estudio.

Agregar solo una hora de actividad a la rutina diaria de una persona mayor se asoció con un aumento significativo en las puntuaciones de calidad de vida.

Incluso aumentar la participación en actividades relativamente ligeras, como caminar lento, fue útil, dijo Yerrakalva, aunque impulsar ejercicios más moderados a vigorosos, como caminar a paso ligero, produjo la mayor recompensa.

Pero antes de invertir en una membresía de pickleball paddle o gimnasio, hable con su médico, dijo Diekman. «Asegúrese de consultar con su médico para saber si hay alguna limitación en la actividad debido a su estado de salud personal», aconsejó. Después de eso, «muévete».

«Si recién está volviendo a la actividad, comience lentamente, cinco minutos al día», dijo Diekman. «Luego, aumente lentamente, si su médico lo aprueba, a los 150 minutos recomendados de actividad de intensidad moderada por semana».

Y «si no puedes llegar a los 150 minutos por semana, cualquier cosa que puedas hacer es mejor que sentarte en el sofá», enfatizó.

Fuente: Health and Quality of Life Outcomes.

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