Muchos estudios han demostrado que los colores afectan tanto el estado de ánimo como el comportamiento. Los colores pueden ayudarnos a pasar de estar tristes a felices o de enojados a estar calmados.
Cuando se trata del estado de ánimo, hay cuatro colores primarios(rojo, verde, amarillo y el azul). Aunque los diferentes tonos dentro de cada uno de los cuatro pueden tener diferentes efectos, existen algunas generalidades.
El rojo simboliza el poder y la fuerza e incluso puede estimular la agresión. Amarillo se asocia con alegría, esperanza y optimismo. Como colores «cálidos», se cree que tanto el rojo como el amarillo aumentan la excitación. El verde es emocionalmente calmante y representa la armonía. El azul es el color del intelecto, pero es tan calmante que puede disminuir la presión arterial. Como tonos «frescos», tanto el azul como el verde pueden ser relajantes.
Mucha investigación ha encontrado que las personas que viven en áreas con más espacio verde tienen mejor salud física y mental en comparación con aquellas con menos espacio verde. Un estudio europeo analizó los efectos en las visitas a los espacios verdes en cuatro ciudades. Encontraron fuertes vínculos positivos, incluida una mejor salud mental y más vitalidad.
Para otro estudio, los investigadores de la Universidad del Estado de Michigan analizaron datos del otro lado del mundo. Compararon los efectos de vivir con una vista del océano o de espacios verdes en los residentes de Wellington, Nueva Zelanda. Descubrieron que solo mirar un océano o mar azul puro puede mejorar significativamente la angustia. Las vistas de los espacios verdes no transmitían el mismo efecto calmante.
Una posible explicación es el déficit particular de espacios verdes en las ciudades. Los datos encontrados no distinguen entre bosques naturales y espacios verdes con estructuras artificiales como los parques. Para aquellos que no tienen acceso a una propiedad frente al mar, pasar tiempo en la naturaleza puede mejorar su estado de ánimo.
Fuente: U.S. News